CCIA: La inflación el nuevo enemigo invisible el 2022
— Redacción Diario El Pueblo —

Tras superar las peores olas de la pandemia del COVID-19 y la recesión económica que esta generó, la perspectiva de crecimiento en el Perú para el 2022 apuntaba a ser cautelosa a inicios de año, con un escenario de alza del petróleo y la desaceleración de las inversiones. Sin embargo, la invasión de Rusia a Ucrania empeoró el panorama con una inflación global, cuyos efectos empezaron a sentirse en los alimentos y combustibles. Especialistas señalan que el escenario complicado no será de corto plazo y discrepan de las medidas emprendidas por el Gobierno.

Especialistas analizan la situación económica del país y la región Arequipa.

En su reporte de abril para Perú, el BBVA Research señala que el conflicto en Ucrania y las sanciones iniciales a Rusia, aumentaron las tendencias inflacionarias, afectando sobre todo a las materias primas: combustibles y alimentos. La inflación vista desmenuzada, muestra su real magnitud. Por ejemplo, la inflación del azúcar está en 37% o de combustibles en 18%.

De acuerdo al reporte del Instituto Nacional de Estadística e Informática INEI, la región Arequipa registró en abril de este año un incremento de precios al consumidor de 1.09%. “La inflación está afectando a los sectores más vulnerables, sus ingresos no alcanzan para cubrir lo básico de la canasta familiar”, indicó el presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Arequipa, Luis Caballero Vernal.

Para el representante del empresariado en Arequipa, las medidas que aplica el Gobierno como el incremento de la tasa referencial, como una forma de contener la inflación, no tendrá efectos inmediatos y no se verá reflejado en los precios finales de productos de primera necesidad que llega a la población.

“Subir la tasa referencial podría frenar las inversiones privadas. La tasa referencial de acuerdo al Banco Central de Reserva del Perú es de 5% y según el BBVA Research podría llegar a 5.5% en el tercer trimestre del año”, indicó.

¿Qué rol le queda al Ejecutivo? especialistas concuerdan que su función no es contener la inflación, sino aminorar sus consecuencias en la población vulnerable. Mediante un decreto supremo, el Ejecutivo exoneró del impuesto selectivo al consumo (ISC) a los combustibles. El Congreso, a través de una ley, se hizo lo propio al exonerar del IGV al pollo, azúcar, huevos, fideos y el pan. El plazo de dispensa será hasta el 31 de julio, aunque con la posibilidad de prórroga según la evaluación que se realice. Esta norma tuvo que ser corregida pues, inicialmente, el Parlamento incluyó un rubro de alimentos que no era de consumo popular, como el faisán y lomo fino.

¿Funcionan las medidas? Qué dicen los especialistas.

Economistas como Jorge Gonzáles Izquierdo y el exministro de Economía y Finanzas, Waldo Mendoza, concuerdan en que se requieren acciones para socorrer a la población vulnerable, pero deben ser focalizadas y temporales, pues implicarán un impacto en la recaudación fiscal por la exoneración de impuestos.

“Lo ideal hubiera sido focalizar para llevar la plata a la gente vulnerable para que puedan comprar los productos que ahora son más caros. (En el Gobierno) han optado por una solución más transversal que beneficia a todos y eso tiene sus costos”, expresó Mendoza.

«Cuando tomas estas medidas que te cuestan recursos, debieran ser muy bien focalizadas. Pero acá no sucede, porque no solo estás beneficiando al que necesita», refirió Gonzáles Izquierdo. Estimó que, para cubrir el forado de las exoneraciones tributarias, el Estado debería mejorar su recaudación de los metales, que tienen precio al alza por la coyuntura. Bajo ese escenario, el economista Glenn Arce, opina que las inversiones mineras ayudarían a soportar mejor el remezón, pero estas se desaceleraron.

En cambio, Luis Miguel Castilla, exministro de Economía, no está de acuerdo con las exoneraciones de impuestos, porque no se focaliza al beneficiario y no se garantiza que alcance al consumidor final. “No hay una garantía que llegue al bolsillo de todos los peruanos y la fiscalización de los grifos es casi inexistente”. Para el economista, este era momento para entregar bonos a los sectores vulnerables, pero sostiene que esta política se desvirtuó con el gobierno de Pedro Castillo.

Waldo Mendoza, sostuvo que se trata de la inflación mundial más alta del último medio siglo. “Descontando la pandemia, la inflación es el problema más importante de las últimas décadas”, remarcó. Sobre el aumento del sueldo mínimo, Mendoza opina que el incremento en términos reales no es tan grande, pues su valor real es el mismo de hace un año por la inflación. No obstante, refirió que siempre se debe buscar el equilibrio entre empleador y trabajador.

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