Por: Giancarlo Peralta – El Montonero

Los países que progresan requieren de líderes que tengan visión de estadistas,. Es decir, que piensen en el mediano y largo plazo, y no se dejen llevar por la coyuntura. Lo que está ocurriendo en el Perú en la actualidad dista mucho del propósito que debe guiar a la ciudadanía. El profesor Pedro Castillo Terrones sale a hurtadillas de Palacio de Gobierno y sostiene reuniones en la clandestinidad con personas desconocidas: se ocultaba cuando visitaba la casa de Sarratea, ahora también se oculta cuando va a visitar a su ex ministra de Trabajo Betssy Chávez.

Castillo no quiere aceptar que ejercer la presidencia de la república implica la personificación de la nación. Por lo tanto, él no puede realizar acciones privadas sin conocimiento de los otros órganos del Estado; es un tema de seguridad nacional. No se percata de que por la investidura que ostenta podría ser secuestrado y extorsionado para que conceda un beneficio indebido a un tercero, y que ese tercero podría inclusive representar los intereses de otro país.

Cuando años atrás, el dirigente del Conare-SUTEP, Pedro Castillo fue invitado por Evo Morales a Bolivia para que manifieste públicamente su respaldo a una salida soberana de ese país hacia el océano Pacífico, no pudo imaginar las consecuencias de su afirmación. Tampoco que pudo haber sido utilizado por el evismo, precisamente para comprometerlo. Esperemos que Castillo hoy sea consciente de que Evo Morales lo utilizó, como utiliza a otros dirigentes latinoamericanos para sumarse a su causa de acabar con la mediterraneidad de su país.

Bolivia sabe que el camino diplomático para conseguir sus objetivos en la Corte internacional de la Haya le fue cerrado, pues se le otorgó la razón a Chile. Por consiguiente, ¿por dónde imaginaba el profesor Castillo, magíster de la Universidad César Vallejo, de propiedad de César Acuña –fundador de Alianza Para el Progreso (APP)–, que se le otorgaría un acceso territorial a Bolivia si no era por el Perú?

¿Se habrá percatado la ciudadanía de la gravedad que implica la presencia de Pedro Castillo en la Presidencia de la República? ¿Será consciente de lo que ha estado haciendo durante estos 10 meses de gobierno? Él reitera constantemente que no ha robado un centavo al Estado. Entonces, está aceptando que hay corrupción en su Gobierno pero que él no ha sido. ¿Eso lo excluye de responsabilidad política?

Castillo ha nombrado y cambiado a casi cincuenta ministros en un período tan breve de gobierno. ¿Eso permite dar continuidad, previsibilidad y seguridad sobre las acciones que lleva a cabo su administración? ¿Considera que así va a atraer inversiones para generar empleo productivo?

Un artículo aparte merecería Dina Boluarte, la presidenta del Club Apurímac en ejercicio, la funcionaria de la Reniec en pleno proceso electoral, la candidata en una plancha presidencial incompleta que fue admitida por el ¿imparcial? Jurado Nacional de Elecciones. Ella viajó en representación de Pedro Castillo al Foro Económico Mundial a Davos para denigrar al Perú y a su clase empresarial con afirmaciones falsas.