Cuando tu familia es tóxica
Por: María Marín
Como motivadora internacional me han hecho cientos de entrevistas, sin embargo, nunca olvidaré aquella periodista que en medio de una alfombra roja me preguntó si mis éxitos eran resultado de mi riqueza familiar. Me pareció muy rara la pregunta porque no nací en “cuna de oro”, pero rápidamente clarificó que se refería a crecer en un hogar armonioso. Luego descubrí que esa interrogante, jamás falta en sus entrevistas.
Recientemente, la volví a ver y le pregunté ¿Por qué siempre le haces esta pregunta a todos tus entrevistados? A lo que respondió, “Para saber si alguno, tuvo por casualidad una familia tan deprimente como la mía”, luego de su confesión continuó con un increíble relato de cómo venció una depresión de casi 20 años, alimentada por la negatividad respirada en su hogar.
Si es difícil superar una depresión causada por un rompimiento amoroso, una muerte o cualquier situación triste, más complicado es sobrevivir a un abismo de melancolía engendrado por padres expertos en hundir sueños y esperanzas. Si alguna vez has pensado que tus frustraciones y depresiones están relacionadas a tu familia, reconocerlas es el primer paso para escapar de ellas.
Tienes una familia que te deprime cuando:
Sientes que tienes que ser otra persona: Simplemente no están orgullosos de quién eres y jamás se alegrarán de un éxito tuyo, ni tampoco te felicitarán por algo. Sabotean tus ideas, haciéndote sentir que “eres un bueno para nada”. Por lo general, quienes se crían con familias así son muy inseguros, no saben cómo recibir, ni dar amor, lo cual los destina a fracasos de parejas automáticos. En conclusión, jamás apoyan, critican todo y les cuesta decir algo positivo.
Sientes que tienes que ser perfecto: No importa cuánto te esfuerces por hacer algo, nunca están felices. Tienes que ser el más exitoso en todo; hallar la pareja más bella, la casa más linda del vecindario y ser el mejor en todo. Ellos ven una equivocación como un fracaso y no aceptan que de los errores siempre se aprende. Haces cosas por complacerlos y no por deseo propio.
Cuando un familiar genera depresión en ti, lo más recomendable es alejarse y buscar ayuda para deshacerte de patrones deprimentes y destructivos. Solamente así, serás capaz de cambiar y acumular riqueza familiar en tu propio hogar.