La Libertad. Las reformas y después las elecciones
Por: Jorge Delgado y Pedro Rodríguez. – Asociación Rerum novarum.

En nuestra Constitución se menciona la libertad y en varios artículos encontramos sobre ella; se habla de la libertad de conciencia y de religión, de información, de opinión y así…, ¿pero que es la libertad después de todo?

La libertad es la facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos. Nuestra voluntad y la razón nos guían hacia el bien y la verdad. Las decisiones que tomamos deberían ser siempre buscar el bien, pero a veces no optamos por ella. Buscamos lo mejor, pero escogemos y no pocas veces por algo que no es bueno o que se pretende que es bueno. La libertad debe estar ligada a la responsabilidad.

En los últimos días hemos visto el uso y abuso de ese derecho de nuestros ciudadanos. Apreciamos en nuestra realidad cercana lo que ocurre en Chala, en donde seguramente en estas protestas encontraremos toda clase de intereses individuales y grupales, reclamos justos e injustos, pero en este caso era notorio que había de un grupo cuya actividad muy dada en la zona, los mineros informales. Un promedio solo en esa región de cerca de 16,000 mineros los cuales, como sabemos es una actividad que se realiza al margen de la ley. Son en la realidad uno de los grandes contaminadores del medio ambiente en la zona con repercusiones regionales. Dicha protesta paralizó a la Región Sur.

Se puede atribuir a ellos también en gran medida, como aquellos que causaron los disturbios en Camaná atacando la Fiscalía y el Poder Judicial por obvias razones. Nunca dialogaron, nunca hubo personas visibles para esto, no se podía llegar a acuerdos para el logro de la paz en la zona. Eso es el abuso de la libertad, como unos pocos afectan a muchos. Suena muy trillado, pero también es cierto que los grandes grupos económicos en el país hacen esto; unos pocos no piensan en los muchos.

Pero un paro como este, no los afecta, nos referimos a los grandes grupos económicos. A ellos solo les preocupa la estabilidad tributaria si va a cambiar o la seguridad jurídica de los contratos que se pueden quebrar. Pero para algunos es un asunto de vida o muerte; es a la corrupción, la impunidad, no se habla de la constructora y el club, los partidos que tuvieron financiamiento de la corrupción, los contratos lesivos a los intereses de la Nación, etc. Para ello si es un asunto vital. A quién si le afecta directa y gravemente, este estado de zozobra es a la persona común y corriente que tiene recursos o muy pocos, eso es a la gran mayoría de peruanos.

En el uso de nuestra libertad de expresarnos, vemos en las protestas actuales el desagrado, la frustración y desazón en el actuar de la política, las pregunta claves son: ¿qué sucede?, ¿qué país puede soportar el cambio de más de cinco presidentes en igual número de años?, ¿qué pasó o sucede en nuestro país?, ¿el porqué de la violencia actual?, ¿a qué se debe que se aferran al poder el presidente y el congreso?, entre otras.

Una de las claves, es que no estamos representados actualmente por la clase política. Y es por ello, que al no ser realmente representados los desconocemos. Y ahí viene el conflicto. Los indicados a resolver estos asuntos, los vemos ocupados en los suyos y después desde lejos el bien común de la sociedad. Ese problema no puede pasar por alto y el detonador fue que la máxima autoridad y la represente de todos los peruanos dijo que se quedaba hasta el 2026.

El problema se arrastra ya varias décadas. En la década de los 80, ya la democracia y el estado de derecho en el país estaba herido, con el desorden y la violencia. Tuvo que entrar un gobierno que realizó cambios en lo económico, político y social, en parte con éxito y en parte funesto. La llamada década de los 90, donde podríamos hablar de una cleptocracia, el poder del robo. Nos trajo una estabilidad, pero a cambio también algo peor la sombra de la corrupción y de la impunidad.

En el cambio del milenio, tuvimos que salir de una corrupción generalizada con daños a la democracia y al estado derecho. Apelamos a un gobierno de transición breve, pero de salida de esa dictadura especial que creo Fujimori. Quedó clara una de las grandes cualidades de la democracia, la cual es el cambio de poder sin violencia. Pero la Democracia y el Estado de Derecho quedó sellado con los escudos de la corrupción y una falsa representación.

Fue un presidente llamado Paniagua, el cual pudo quedarse más tiempo para poder hacer reformas que hoy vemos con una necesidad urgente, como las de pasar de una cámara a dos cámaras, es decir, que el congreso sea bicameral: “Senadores y Diputados”. Eso nos pudo asegurar desde el arranque mejores leyes en vista del bien de todos y no solo de algunos, un alto control en cuanto fiscalizar y dentro de ellos la posible y clara representación tan necesaria.

Hoy en esa representación el Perú en relación población-representación, llámese parlamentarios, es una de las peores en América Latina. Somos el cuarto país en población, más de treinta tres millones de personas, y el número de representantes que tenemos es un puñado que es más de cien. La relación representante-población, repetimos es una de las malas a pésimas en la región. Si hablamos de estadística de futbol, bajamos de categoría de primera a segunda. Y ahora estamos en ir a tercera categoría. Un poco más y pasamos a ser amateur, lo que en palabras de Basadre es un Estado empírico y un abismo social.

Antes no era perfecto el nivel de representación, la bicameralidad, es decir, Senadores y Diputados, pero funcionaba mejor que el actual, ¿quién cambio de Bicameral a Unicameral? La respuesta es “Fujimori” a través del cambio de la constitución.

Eso trajo una representación baja, es decir que el parlamentario no tenia una gran base de ser la voz de la comunidad, no había una gran responsabilidad con la comunidad. La de legislar, no era la mejor, muy limitada a las asesorías e interés económicos y políticos, y a los grandes negocios mas no sociales. Y la de fiscalizar, vemos como el robo, la falta de una fiscalización efectiva reinó en más de 30 años. A ello sumamos los famosos tránsfugas, ya el panorama se vuelve incierto y oscuro.

Ahora vemos los resultados, si hubo crecimiento en lo económico, pero de que sirve si no hay desarrollo. El desarrollo son los niveles de educación, trabajo y salud.

Votamos por votar, y no hay responsabilidad, de aquellos que salen elegidos y de aquellos que eligen. Hoy vemos a la derecha y a la izquierda, cada una con su agenda de intereses. La izquierda con su Asamblea Constituyente, el nuevo orden social, político y económico a través de una nueva constitución en ese extremo. Y la derecha con su propuesta de no reformas, todo siga igual hasta la consumación de los siglos. Ambos extremos no cederán en sus pretensiones y dada la situación va a empeorar, lo que pasará es que se echarán la culpa unos a otros.

Necesitamos reformas, como mejorar la representación, pasar de unicameral a bicameral, se potencie la ley de partidos que se cumpla, el voto preferencial, entre otros. Hagamos uso de la libertad, pero con responsabilidad. Pero a la libertad, se debe sumar la justicia y un fruto de ella es la paz.

Primeramente, para salir de esta crisis se necesita la fuerza de la ley, pero respetando los derechos humanos. Llegar a un acuerdo todos los actores de la sociedad, los políticos, los empresarios y las sociedades intermedias, luego el actuar responsablemente viendo el futuro.

Elecciones si, pero antes reformas. Sino es así la historia se va a repetir nuevamente. Que Dios nos ayude en estas navidades.

Asociación Rerum novarum. Jorge Delgado y Pedro Rodríguez. 20.12.2022

Deja un comentario