El amor es cuestión de olor
Por: María Marín

Eso de que el amor entra por la nariz, cobra cada vez más fuerza. Y es que, en esa búsqueda incesante de entender el amor y la atracción humana, más y más investigadores concuerdan en que cuando un hombre se acerca a una mujer y viceversa, el cerebro recibe información a través del epitelio olfativo, provocando una atracción o un rechazo instantáneo.

Y así se comprueba que el olfato, es uno de los sentidos más utilizados en las relaciones románticas, pues dependiendo del olor corporal se dará o no una atracción sexual inmediata. En otras palabras, el olfato participa en lo que conocemos como la química entre dos.

Ese olor de la piel es tan único que se compara a las huellas digitales. Y como es tan exclusivo, hace que la aplicación de un mismo perfume o colonia emane un aroma diferente en cada persona. Por eso seleccionar un perfume es algo tan personal.

Si consideras que no has tenido suerte en el amor, es hora de analizar que quizás tu aroma corporal no está enviando el mensaje de seducción correcto. Y no estoy diciendo que todo aquel que no tiene pareja es porque no tiene una buena higiene personal, sino que tu piel puede necesitar un empujoncito para ser más atractiva a la nariz de los candidatos allá afuera.

Adquiere un producto de feromonas: Si hay algo que instantáneamente hará oler a una mujer más sensual ante el olfato masculino es la aplicación de esta sustancia química. Aunque existen perfumes que contienen feromonas, lo más recomendable es usar una concentrada de olor suave, la cual te hará más interesante aún estando dentro de un grupo grande de personas. Eso sí, busca una lo más natural posible sin toxinas, sin parabenos, sin hormonas y que sea de larga duración para no tener que estar re aplicando constantemente. Las feromonas desencadenan una variedad de comportamientos en los animales y humanos incluyendo inducir la excitación sexual.

Y si no hay nada más atractivo que el olor de tu cuerpo en la conquista del amor, de ahora en adelante, ponle atención a lo que dice tu piel y cómo unas feromonas pueden ser “la varita mágica” que tanto desearías tener para amar y ser amado.

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