Por: Carlos Meneses

“Son cada vez más evidentes los esfuerzos que hacen los grupos políticos para no adelantar elecciones y terminar en un proceso en el que acabaría la gestión Dina Boluarte”.

Todo indica que el adelanto de elecciones no se concretará, pues la subcomisión encargada de plantear un proyecto ha sufrido el quinto rechazo de mayoría de bancadas que evidentemente no quieren dejar de percibir las remuneraciones que les corresponde, estimando que ellos han sido elegidos por 5 años y que deben cumplir el mandato de ley.

Para colmo de males y beneficio de los opositores, las elecciones adelantadas se han visto complicadas en su trámite por la agitación social y política y también por la crisis que afecta al medio ambiente.

Hernando Guerra García, presidente de la subcomisión encargada del tema, dice que no encuentra salida a la idea de adelantar elecciones sin reformas constitucionales, pues resultaría ser más de lo mismo y la izquierda no desiste de sus exigencias de incluir una propuesta de consulta a la ciudadanía sobre si los peruanos quieren seguir con la Constitución de 1993 o acudir a alguna fórmula que les permita cambiarla.

Así las cosas, y mientras en el país disminuyen los efectos de la inquietud política que empezó con el intento de golpe de Pedro Castillo, la posibilidad de tener un proceso en el 2023 está definitivamente descartada. No alcanzaría el tiempo que se requiere para realmente renovar el Poder Ejecutivo y enviar a su casa a los parlamentarios del Legislativo.

Así que solo queda la alternativa del 2024, año en el que se convocarían y realizarían las elecciones para que el gobierno se vaya a fines del mismo, faltando meses para que se venza el periodo que empezó y que debió terminar Pedro Castillo.