¿Desaprobación del Congreso, reflejo del fracaso político?
Por: Carlos Meneses

“El enfrentamiento entre congresistas y presidentes ha sido permanente. Perú lleva seis mandatarios en cuatro años”.

La alta desaprobación del Congreso nunca antes vista, no es más que el reflejo del fracaso de la clase política peruana, la crisis de los partidos sin militancia y que solo representan sus propios intereses o de terceros.

El Parlamento no cuenta con una agenda legislativa que permita atender los problemas prioritarios del país o las demandas ciudadanas, especialmente en reducir las brechas en salud, educación, pobreza, desempleo, desigualdad, entre otros.

Es decir, los parlamentarios legislan “de espaldas a quienes los eligieron”, un claro ejemplo es que la gran mayoría de peruanos pide el cierre del parlamento y adelanto de elecciones. Sin embargo, no hubo consenso en el tema.

Analistas coinciden en sostener que la política en los últimos tiempos “es un campo de aprovechamiento personal”. Lo mismo sucede con el Ejecutivo, los gobernadores regionales, alcaldes provinciales y distritales. Esta forma de llegar a la política es común en el Perú, por el debilitamiento de los cuadros políticos.

Además, los últimos escándalos que protagonizaron tanto miembros del Ejecutivo como el Legislativo son señal de la frágil institucionalidad. Vemos casi a diario allanamiento de viviendas de presidentes, ministros, legisladores, gobernadores y alcaldes, implicados en actos de corrupción, algo que no se veía años atrás en el Perú.

Rechazo rotundo y que debería preocuparlos. El Congreso cerró el 2022 con alta desaprobación de la ciudadanía de casi 80%. En una encuesta del fin de semana, se revela que la reprobación alcanzó el 91 por ciento, es decir de 10 peruanos 9 expresaron su total rechazó, cifra que debería llevar a los legisladores y al político en general a la reflexión, no cerrar los ojos y ver la realidad actual.

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