La violencia imparable en el país
Por: Carlos Meneses

A nivel sudamericano, el Perú ocupa el cuarto lugar sobre lamentables estadísticas de violencia contra el sexo femenino.

Una realidad que preocupa e indigna. Un total de 51 feminicidios reportados en los primeros meses del 2023. El país se conmocionó con casos como el de la joven de 18 años que fue quemada por su expareja en la plaza Dos de Mayo de Lima y la violación grupal de una joven enfermera en Puno.

Ambos casos merecieron el total repudio del país y la preocupación de cómo afrontar el problema de violencia contra la mujer, que lamentablemente ha empeorado. En Sudamérica el Perú se ubica en los primeros lugares entre los países con mayores índices de este tipo de violencia.

El maltrato a la mujer se manifiesta a través de acciones o conductas que, basadas en su condición de género, provoquen muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, lo cual debe merecer el rechazo total de la sociedad y se requiere un esfuerzo multisectorial para implementar políticas concretas para afrontar este tema.

En términos generales, la violencia contra la mujer por parte de su cónyuge está sustentada en el mito de la inferioridad del sexo femenino, a su situación de desigualdad en la sociedad, a la dependencia económica, al temor por la vida de sus hijos y la propia.

¿Qué está haciendo el gobierno para solucionar esta situación?. Los recursos asignados son insuficientes, no hay una real voluntad política para lograr la erradicación y las acciones emprendidas carecen de eficacia. Hasta que no se cierren las brechas de desigualdad en todos los aspectos, tales como la vida, salud, educación, participación política, autonomía y desarrollo, va a seguir habiendo violencia en el trabajo, acoso en la calle, maltrato en el hogar y en otros ámbitos.

Es necesario y urgente un cambio de mentalidad, para concientizar a la ciudadanía, reemplazar la cultura machista por una verdadera igualdad de género.

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