Por: Carlos Meneses

Reiteramos la protesta es un derecho de las personas que se configura a partir de otros derechos expresamente reconocidos por la Constitución.

Ciudadanos de diversas regiones se organizan para participar en protestas el próximo 19 de julio. A casi una semana de la anunciada «Tercera Toma de Lima», un grupo de representantes gremiales se han unido para pedir a las autoridades la prevención de disturbios, para mayor seguridad se requiere medidas pertinentes y oportunas.

Para ello han enviado un documento formal, solicitando mayor seguridad durante los días en que se realizarán las marchas convocadas en la capital del país.

En anteriores manifestaciones, se registraron actos violentos. Es válido expresar  preocupación debido a que grupos minoritarios infiltrados vienen incentivando a la población a unirse a estas manifestaciones que provocarían el bloqueo de vías, las carreteras, de puertos, aeropuertos y sobre todo restricciones al tránsito de los trabajadores y ciudadanos en general, lo cual debe ser evitado y rechazado desde todo punto de vistas.

Si bien es cierto, debemos tener presente respecto irrestricto  de la libertad de reunión pacífica, que es un derecho fundamental; sin embargo, quienes van a estas protestas,  debe también respetar los derechos de los demás, circular o caminar libremente, no afectar el derecho al trabajo, no atentar contra la propiedad privada o cualquier acto de violencia que lo único que provoca es atraso .

Es decir, la llamada “Tercera Toma de Lima” debe realizarse  de manera pacífica y sin que haya víctimas que lamentar, la Policía Nacional del Perú debe implementar un plan para garantizar la seguridad de los pobladores.

El ejercicio de la manifestación pública es parte del diálogo entre gobernantes y gobernados, ejercicio del poder político con el que cuenta la gente para participar. La libertad de reunión es uno de los derechos políticos fundamentales.