Por Orlando Cáceres V.

El decano del colegio de Sociólogos de Arequipa, Francisco Huanca Ramos, indicó que el Gobierno debería dar más apoyo a los jóvenes para evitar que incurran en actos violentos durante su tiempo libre.

El decano del Colegio de Sociólogos de Arequipa, Francisco Huanca Ramos, destacó que las organizaciones estatales no tienen un control adecuado de los problemas de violencia que se observan a nivel nacional. Una prueba de esto, según el especialista, es el descuartizamiento que hubo de una jovencita de 16 años en Characato.

El asesinato de C.F.J. ha provocado conmoción entre la población. Sin embargo, el especialista manifestó que estos problemas se hubieran podido evitar si el gobierno tuviera mejores estrategias para que las personas no lleven a cabo este tipo de actos.

“Una persona que agarre a otra y la descuartice, es enfermizo. Pero hay que ver cómo ha surgido y qué tanto esta sociedad pueda generar este tipo de conductas. Por eso, vamos a los niños, saliendo de quinto de secundaria. ¿Qué les da el Estado para que continúen y puedan insertarse en el campo laboral? Lo real es que los abandona”, ratificó Huanca Ramos.

Por tal motivo, el sociólogo compartió que dichas actitudes podrían evitarse si el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE) diera más oportunidades a los jóvenes que se quedan sin opciones laborales. Huanca destacó que las actividades de provecho alejarían a las personas de cometer ilícitos.

El sociólogo aseveró que el Estado sólo apoya al 0.1 % de jóvenes que busca un empleo. Incluso, Francisco Huanca resaltó que la falta de trabajo formal persigue a los jóvenes que culminan sus estudios superiores (universitarios y técnicos).

Cabe señalar que, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística e Informática (Inei), el año pasado Arequipa era la tercera ciudad con la mayor tasa de desempleo a nivel nacional con 5.5 %. Sólo estábamos por debajo de Moquegua (7.5 %) y Lima Metropolitana (7.8 %). 

OTRAS ACTIVIDADES

De otro lado, Huanca Ramos manifestó que evitar la violencia no sólo es cuestión de promover el empleo entre la población joven. También involucra la realización de grupos que se dediquen a diversas actividades que los alejen de estos actos. De esta manera, se evitarían hechos execrables como el acontecido la semana pasada.

“La lógica es que, mientras no tengas nada que hacer, la ociosidad es la madre de todos los vicios. Por lo tanto, uno se puede dedicar a otras cosas (…) Los niños están tan ávidos de aprender que los ponemos a vender, a trabajar de cobradores de combi, etc. Los desperdiciamos”, expresó el decano.