Por: Carlos Meneses

Recordemos que las vacunas producen poderosas defensas llamadas “anticuerpos” en el organismo de nuestros niños para protegerlos de enfermedades peligrosas como: poliomielitis, difteria, tos convulsiva, tétanos, neumonía, influenza, rotavirus, hepatitis, sarampión, rubéola, parotiditis, varicela y meningitis.

La vacunación oportuna durante la infancia es fundamental porque ayuda a brindar inmunidad antes de que los niños estén expuestos a enfermedades que podrían ser mortales. Las vacunas se evalúan a fin de garantizar que sean seguras y eficaces para su administración a los menores en las edades recomendadas.

Es decir, estimulan el sistema inmunitario del cuerpo para proteger a la persona contra infecciones o enfermedades. En Arequipa y en todo el país se inició la campaña de inmunización contra la polio y el sarampión, sin embargo solo se alcanzó el 50 por ciento de la meta, lo cual ha causado la preocupación de las autoridades de Salud.

Proteger la salud de los niños debe ser la prioridad de todos los padres, para lograrlo tienen a su disposición un gran avance de la ciencia: el esquema de vacunación, el cual es uno de los principales logros de la salud pública, porque han reducido e incluso eliminado, muchas enfermedades que eran causales de muertes.

La decisión de los padres de no llevar a vacunar a sus hijos  aplicar vacunas que son «obligatorias», aumenta potencialmente el riesgo de enfermarse, no solo del menor, sino todo su entorno. Esto significa que la decisión de inmunizar a los hijos también protegerá a la familia, amigos y vecinos.

Nos encontramos en una situación de emergencia sanitaria mundial por lo que debemos protegernos más. Una manera efectiva y segura de proteger a nuestros niños es cumpliendo el esquema de vacunación.

En varios países, por ley obligan a los padres a proteger a sus hijos, caso contrario  contempla sanciones para aquellos que no cumplan con el calendario establecido.