COLOMBIA

CAPTURA CABECILLA. En las últimas horas, las autoridades notificaron la captura de Carlos Alberto Herrera Arcila, alias Camilo, que sería uno de los principales cabecillas del Clan de Oriente, el cual tenía atemorizados a los habitantes de diferentes municipios en Antioquia y Manizales.

De acuerdo con el informe preliminar, Herrera Arcila fue capturado en la mañana del 23 de julio en el municipio de San Rafael al oriente de Antioquia, este estaría acompañado de cinco personas, que también fueron aprehendidas y que a su vez serían parte de la estructura criminal.

Además de las capturas, la operación que fue realizada por el Gaula Militar de Oriente dejo la incautación de una pistola, proveedores, cartuchos, radios de comunicación, una cámara fotográfica, 14 teléfonos celulares y 20 sim cards de diferentes operadores con los que Camilo burlaría a las autoridades evitando que sus llamadas fueran rastreadas.

Este operativo demarca otro golpe por parte de las Fuerzas Militares en contra del Clan del Oriente, ya que en anteriores semanas se confirmó la captura de otros miembros de la organización, algunos de ellos serían personas de confianza de Camilo y alias Chatarra, el cual fue capturado en marzo y por el que las autoridades ofrecían hasta 40 millones de pesos por información que permita su captura.

“Usted ya sabe lo que estamos haciendo, de todas maneras ya perdimos”, fueron las palabras de alias Camilo en un video que habría sido grabado algunos minutos después de su captura. En la grabación se observa a Herrera sin camisa y con tierra en su rostro.

La captura de Herrera Arcila se registra días después de que los habitantes del municipio Nariño realizaran una marcha para pedir a las autoridades mayor presencia en la zona, ya que estaban siendo víctimas de extorsiones, amenazas y diferentes delitos por parte del Clan de Oriente.

En los últimos meses, Camilo se había convertido en uno de los hombres más buscados en Antioquia, ya que este había sembrado el temor en los pobladores de diferentes municipios al oriente antioqueño como Sonsón, Argelia o Nariño, por lo que un extenso número de las víctimas tuvieron que desplazarse de manera forzosa a otros lugares del país.