Por: Carlos Meneses

Las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional con el conocimiento y autorización del Comando Conjunto organizaron y realizaron ayer el desfile cívico militar celebratorio del aniversario nacional que transcurrió sin incidentes y resultó ser el más largo de los últimos años.

Es de anotar que la actividad patriótica empezó con tardanza de casi una hora para satisfacer los deseos presidenciales de confundirse, caminando en vehículo descubierto, entre el público reunido en la Av. Brasil.

No a todos gustó el despliegue de empleados públicos que conformó la parte que se ha denominado cívica y que fue la presencia de delegaciones gubernamentales que trabajan en programas sociales.

Es de anotar que ninguno de los organizadores persistió en el empeño de hacer militar el desfile que así estaba llamado, lo cual alargó su desarrollo y motivó una insolación no prevista que castigó a los espectadores que en la tribuna oficial rodearon a la presidenta.

Considerando que en los últimos años lo que hubo en el Pentagonito fue único y básicamente un desfile de efectivos uniformados, la experiencia de ayer puede ser depurada en años próximos para que signifique un acto realmente marcial y un homenaje de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional al aniversario de la proclamación de la Independencia por San Martín en 1821.

Saludamos también la presencia de delegaciones de institutos armados de Brasil, Chile y Ecuador que enviaron cadetes para acompañar al jubilo nacional y la presencia de equipos útiles en tiempos de paz para ayudar a la población civil en casos de catástrofe natural.

SUMILLA

Sería deseable que los desfiles militares de Fiestas Patrias tuvieran las características de otros tiempos para honrar las fiestas julias con la presencia de soldados, marinos, aviadores y policías.