El cuidado de la Plaza de Armas
Por: Carlos Meneses

Los arequipeños debemos cuidar el ornato de nuestras calles y sobre todo de la Plaza de Armas que es uno de los principales atractivos que atrae a los turistas nacionales y extranjeros.

Hacen mal las autoridades de Arequipa en permitir que en la plaza mayor que tiene un gran valor histórico y que ha sido escenario de las grandes gestas ciudadanas, se realicen actividades que la pueden afectar. Los tiempos imponen respeto a nuestras tradiciones y recibimiento y trato adecuado a quienes nos vienen a visitar.

Arequipa ya es una gran ciudad que tiene en su área metropolitana más de un millón de habitantes y que espera recibir millares de turistas para que admiren la belleza de su Catedral, de los portales y de la misma plaza y no tengan que soportar la contaminación sonora o la visual de lo que pudo ser bueno en el pasado, pero que no lo es ya en el presente.

No se trata de mantener lo que pudo ser bueno ayer porque eso no vienen a ver los turistas, sino llegan para apreciar las bellezas naturales o monumentales de lo que es patrimonio histórico de la humanidad y que debe ser cuidado y no llenar la plaza con motivos que pueden trasladar a lugar apropiado, pero ajeno a la monumentalidad de lo que el mundo ha reconocido entre atractivos de ciudades como la nuestra.

Somos de la misma opinión con respecto a la plaza de Yanahuara o de Cayma o incluso de Tiabaya que durante un tiempo y en el gobierno de Castilla fue capital departamental.         

El error que se comete y que de seguro se repetirá por el manejo inadecuado que se hace de lugares como la Plaza de Armas, debe ser cosa del pasado y no del presente.

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