Por: Carlos Meneses

Arequipa demanda del gobierno que Majes tenga la preferencia que requiere para convertirse en realidad.

Pocas dudas hay de la existencia de un convencimiento ciudadano de que la etapa II de Majes merece una atención permanente, oportuna y eficaz de parte del gobierno central para evitar que el proyecto más significativo para el futuro de la Macro Región Sur quede detenido.

Es evidente que los sucesivos gobiernos regionales, y sobre todo los más recientes han descuidado la atención que merecía el propósito de irrigar 38 mil hectáreas de tierras y que también serían útiles para dos centrales hidroeléctricas en ese lugar.

La intervención mediadora del gobierno del presidente Vizcarra para apurar lo que Arequipa pedía tampoco ha funcionado y ahora no debemos permitir, los arequipeños en general, que el proyecto demore más tiempo y que una amenaza de llevar el asunto a una decisión arbitral internacional para lo único que será útil es para conseguir que la empresa encargada de ejecutar Majes II lo demore o lo envíe al canasto.

La presidenta Boluarte evitó precisiones en el mensaje presidencial y en los tratos que ha tenido con el gobernador regional Rohel Sánchez. De otro lado, la Cámara de Comercio e Industria lideró un grupo representativo de presión, y tampoco logró nada concreto para apurar las cosas que los residentes en la zona sur del país esperaban por la generación de 150 mil puestos de trabajo que se crearán cuando Majes se ponga en marcha, con empleos que directamente estén relacionados con la habilitación de las tierras eriazas, así como puestos de trabajo indirectos.

Lo definitivo es que el gobierno debe intervenir de la manera más inteligente y conveniente, pero de ninguna manera debe permitirse que Majes se frustre como lo que es, la única oportunidad de desarrollo real que tiene nuestro pueblo y por el número de los beneficiados todo el sur del país.