Por Claudia Benavides – Investigadora principal de Videnza Consultores

La primera infancia es la primera ventana de oportunidad para lograr el desarrollo del cerebro y las habilidades de nuestros niños y niñas. No identificar alertas desde el nacimiento hasta los primeros 5 años de vida, implica la no generación de capacidades que afectan negativamente el desarrollo integral de las personas, propiciando desigualdades a temprana edad que pueden ir acrecentándose a lo largo del ciclo de vida. Estudios como el de Heckman en el 2007, concluyen sobre la importancia de entornos adecuados en etapas tempranas para el desarrollo de habilidades cognitivas y no-cognitivas, y contribuir al logro educativo, mejora de ingresos, y comportamientos riesgosos en la adolescencia y adultez.

El intervenir tempranamente en la salud integral de los niños y las niñas, para evitar que sean desnutridos crónicos o anémicos en los primeros 36 meses de vida, o para garantizar que en sus primeros 12 meses tengan interacciones saludables y positivas con sus cuidadores, son formas de contribuir a lograr que un niño y una niña tengan un desarrollo infantil adecuado.

En el país, se han venido implementando diversos instrumentos de gestión pública que consideran 7 resultados prioritarios a alcanzar en la primera infancia, siendo la disminución de la desnutrición crónica infantil y de la anemia, parte de estos. Uno de estos instrumentos es el Programa Presupuestal orientado a Resultados del Desarrollo Infantil Temprano, que brinda el marco institucional a las diferentes entidades públicas para la implementación de los servicios e intervenciones articulados con el presupuesto, identificándose al Control de Crecimiento y Desarrollo (CRED), a los niños con vacuna completa o el consumo de suplementos de hierro como parte de los servicios prioritarios a ser entregados.

En Arequipa, según datos recogidos en la Encuesta Demográfica y Salud Familiar (ENDES 2023) por el INEI, la desnutrición crónica infantil en menores de cinco años alcanzó el 4.8% en el 2022, y ha tenido una disminución sostenida en los últimos años. En el caso de la anemia, también se puede señalar de esta ha ido disminuyendo desde el año 2020, pero los niveles son mucho más altos y no se ha llegado a los niveles logrados el 2019, reportándose para el 2022 que el 34.4% de los menores arequipeños de entre 6 y 36 meses han sido anémicos, lo que constituye una agenda prioritaria para la región.

Con miras a brindar alertas tempranas, es importante analizar cómo van las brechas en la provisión de servicios vinculados a dichos resultados, en el caso del CRED en menores de 36 meses, la cobertura para el 2022, fue de tan sólo 5.9% (es decir que solo este porcentaje ha recibido todos los controles que le corresponden de acuerdo con su edad), y en el caso de la entrega de suplementos de hierro este alcanza el 31.4% de cobertura entre los menores de 6 y 36 meses en los últimos 7 días, siendo menor que el promedio nacional.

En este sentido, se deben implementar acciones para mejorar estos niveles de cobertura en favor de los menores arequipeños, que requieren de intervenciones articuladas entre el Gobierno Regional con el Ministerio de Salud. Para ello se debe tomar en cuenta que, a abril de 2023, de acuerdo con los datos administrativos del REDINFORMA del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, los niveles del CRED continúan con baja cobertura, alcanzando solo del 4.6% a abril del 2023, y en el caso de suplementación de hierro, estos vienen registrando una cobertura de 40,4%, lo que puede repercutir en el logro de resultados.

P.D. Arequipa, en tu aniversario, te deseo un futuro próspero y con más años de esplendor.