Nos toca ahorrar agua de una manera más efectiva
Por Gerardo Berdejo

Presidente de la Asociación de defensa de los derechos animales “Proyecto Libertad”

Pasan los días y las noticias del Niño Costero, el cambio climático y el extraño invierno que estamos experimentando, nos entra por un oído y nos sale por el otro. Nos cansamos de ver lo mismo y empezamos a sentir indiferencia.

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Y es que buena parte de la humanidad actúa de esta manera. Recién actuamos cuando el problema casi no tiene solución. Y así terminamos actuando por pánico y utilizando más energía, que es justo la peor combinación para solucionar un problema tan importante como el cambio climático.

En resumen, lo que quiero decir es que el fenómeno del Niño Costero que vemos en los noticieros a diario, no es algo que vaya a durar este invierno y ya, o que las altas temperaturas se alargarán hasta el verano del 2024 y luego todo volverá a la normalidad. No, en realidad, esto es parte de un proceso de aceleración exponencial de calentamiento de la Tierra que se nos viene advirtiendo desde hace 30 años en las esferas científicas y de manera “más comercial” a toda la humanidad con el documental de Al Gore, “Una Verdad Incómoda” en el 2006. Es decir, que han pasado la suficiente cantidad de años para hacer cambios realistas en todo el mundo, sin importar si vivimos en un país desarrollado o subdesarrollado como es el caso del Perú.

El movimiento de derechos animales a nivel mundial siempre ha estado muy ligado al ecologismo, y aunque tengamos serias discrepancias en algunos temas, lo cierto es que coincidimos en que el culpable número 1 del calentamiento global es la ganadería, es decir, el consumo de carne y derivados de animales, terrestres o marinos. La diferencia con los ecologistas es que ellos prefieren decirte que debes ahorrar agua cuando te duchas o al lavarte los dientes. Es una pena que éstas sean las únicas recomendaciones que usan los gobiernos. Mientras que, desde plataformas como Proyecto Libertad, informamos que la manera más efectiva para ahorrar agua y reducir la velocidad del calentamiento del planeta, es migrar a una dieta 100% vegetal, aunque eso signifique un cambio importante en la economía global.

Pongámoslo en números:

  • Una persona en promedio consume 100 lt de agua en un día. (Fuente: OMS)
  • Para producir 1 kg de carne de vacuno se necesitan 15 000 lt de agua. (Fuente: FAO)
  • Para que una persona utilice en su casa 15 000 lt de agua, deben pasar 150 días.

En otras palabras, cuando consumes 1 kg de carne, le estás quitando 150 días de agua potable a otra persona o a ti mismo; o a tu familia. O si lo vemos desde una perspectiva positiva: tú puedes darle 150 días de agua potable al mundo con un acto muy sencillo: dejando de consumir productos de origen animal y balancear tu dieta con la inmensa variedad de vegetales disponibles en los mercados.

En pleno 2023 ya no está en debate que los productos animales sean necesarios en nuestra dieta, pues es de conocimiento científico y desde hace muchos años, que podemos nutrirnos eficientemente con una dieta 100% vegetal (Fuente: OMS)

¿Pero qué hay con los vegetales? ¿Acaso la agricultura no consume agua?

Si, pero mucho menos. Por ejemplo, dos alimentos muy comunes en la dieta peruana y mundial: legumbres y arroz. Para el primero se necesitan 4000 lt de agua para producir 1 kg, mientras que para el segundo se necesitan solo 2000 lt de agua. Y para producir 1 kg de casi cualquier fruta no se necesitan más de 1000 lt de agua.

A nivel global aproximadamente se utiliza el 60% del agua dulce del mundo en sembrar alimentos para el ganado, y un porcentaje similar de tierra cultivable se utiliza para mantener a vacas, cerdos y pollos gordos, mientras que 1000 millones de personas en todo el mundo pasan hambre y no tienen agua potable. (Fuente: ONU)

Entonces con estas cifras, podemos darnos una idea del cambio que pudimos darle a nuestro planeta hace 20 años atrás cuando se dijo que la solución más efectiva era migrar a una dieta más ecológica, más sostenible, más vegetal. Una dieta que lograría alargar más nuestra existencia en el planeta sin tanto caos climático.

Hoy parece que ya es demasiado tarde y tendremos que asumir que la vida en la Tierra irá cambiando cada año más rápidamente. Los “Niños Costeros” serán más habituales, los veranos y los inviernos serán más extremos ahí donde los climas eran más estables; y los inmensos bloques de hielo polar seguirán desprendiéndose y visitando las costas de ciudades al norte y sur del planeta.

Somos más de 7500 millones de habitantes en todo el planeta, pero no a todos les ha llegado esta información, y mientras que a unos les importa mucho y han hecho su tarea, inclusive a nivel gobierno con políticas públicas; otros prefieren seguir avanzando hacia el abismo conscientemente. Y en todo este caos donde se junta lo cultural con lo que debemos hacer, los niños de hoy están creciendo con el futuro más incierto que se tenga registro en los últimos siglos.

Ha llegado la hora de ahorrar agua de manera más eficiente. No se trata tanto de pagar menos la factura mensual, se trata de reducir drásticamente nuestro impacto negativo en el planeta. Se trata que nuestra existencia sea positiva en la medida de nuestras posibilidades.

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