Sobre la negociación entre Occidente y Rusia
Por: Igor Romanchenko – Embajador de Rusia en el Perú

Rusia estuvo dispuesta a abordar las vías políticas y diplomáticas que permitieran alcanzar sus objetivos desde los primeros días de la operación militar especial en Ucrania. Sin embargo, la parte ucraniana, a instancias de Occidente, rompió las negociaciones con nosotros en abril del 2022.

En diferentes reuniones multilaterales, sin la participación de Rusia, tratan de convencer a los países en vías de desarrollo para que apoyen la “Fórmula de paz” del presidente de Ucrania V. Zelenski. Al mismo tiempo, Moscú es acusada de “no querer participar en las negociaciones”, mientras que cualquier argumento que alegue la necesidad de tener en cuenta los intereses vitales de nuestro país se rechazan de entrada. Este es el camino que lleva a la guerra y no al arreglo pacífico.

El problema consiste en que Estados Unidos no quiere poner fin al conflicto. Su objetivo oficialmente declarado es derrotar a Rusia desde el punto de vista militar, económico y político. Washington declara que todas las negociaciones deben celebrarse sobre la base de las condiciones impuestas por la parte ucraniana. Sin embargo, no tiene sentido exigirnos que aceptemos que sean menoscabados nuestros intereses genuinos en la esfera de la seguridad y se siga con el ultraje dirigido contra los rusos y los rusoparlantes en los nuevos territorios de Rusia y en los territorios controlados por las Fuerzas Armadas ucranianas.

Es de fundamental importancia para nosotros que las propuestas de arreglo se basen en una comprensión clara de las verdaderas causas y la naturaleza del conflicto. Durante muchos años, Occidente estaba convirtiendo a Ucrania en una base fortificada hostil a Rusia. En diciembre del 2021 ya hicimos un importantísimo intento de hacerles llegar a las capitales occidentales nuestras preocupaciones, entregándoles los borradores de dos tratados sobre las garantías de la seguridad con EE. UU. y sobre las medidas que garantizaran la seguridad con la OTAN. Nuestra iniciativa fue rechazada de entrada. Invertimos muchos años y esfuerzos intentando que Kiev empezara a cumplir los Acuerdos de Minsk.

Durante 30 años, Rusia ha tratado persistentemente de llegar a un acuerdo con los principales países de la OTAN sobre los principios de igualdad e indivisibilidad de la seguridad en Europa.

Sin embargo, las respuestas a las propuestas de Moscú fueron engaños y mentiras cínicas, o intentos de presión y chantaje.

Según el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergéi Lavrov, de momento no se vislumbran ninguna perspectiva de negociaciones entre Rusia y Occidente.

Occidente, nutriendo con armas a Ucrania, alimenta el conflicto. Cuanto más se alargan los enfrentamientos armados, menos ganas tienen los inversores extranjeros de participar en la reconstrucción posbélica de Ucrania. Se vuelve cada vez más débil su fe en los futuros éxitos militares de Kiev y en la sobrevivencia de dicho Estado en los formatos y fronteras que sea.

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