Por Alexis Gonzáles Tello – El Montonero

La economía peruana sigue sin mostrar una verdadera recuperación. Según el Instituto Peruano de Economía, este año la producción nacional terminaría con una caída de 0.3%, mostrando su peor performance en los últimos 25 años. Muchos se preguntan cómo, luego de casi dos décadas de crecimiento económico en el que la pobreza se redujo de 59% a 20%, nuestra economía se ve sumergida en una fase recesiva y de alta inflación.

Los subsidios otorgados por el Gobierno para paliar la pérdida de ingresos durante la pandemia y de apoyo al sector empresarial no fueron suficientes para proteger a los peruanos de caer en la pobreza, cuyos índices volvieron a incrementarse a  26%. Recibimos con alarma lo señalado por el Banco Mundial (BM): por lo menos el 70% de la población en nuestro país es pobre o es vulnerable a caer en la pobreza.

¿Qué medidas podrían aplicarse para enfrentar la pobreza? Rescatamos tres medidas de política pública del BM. La primera, impulsar los servicios públicos de calidad, considerando que el 60% de los hogares peruanos carecen de servicios esenciales como agua potable, saneamiento, electricidad e internet. 

Segunda medida, enfrentar la alta informalidad y precariedad laboral. El 75% de los trabajadores son informales y la pandemia empeoró la calidad del empleo, sin contar el impacto directo sobre los recursos que el fisco deja de percibir y que podrían destinarse a financiar grandes obras de infraestructura. 

Finalmente, la tercera medida es cerrar las brechas de género. En las últimas dos décadas las mujeres no aumentaron su tasa de participación en el mercado laboral con respecto a los hombres, el cual se sitúa en cerca de 20 puntos menos.

 Compartimos estas medidas, aunque el crecimiento debe ir mucho más rápido que el promedio mundial para poder avanzar en el proceso de desarrollo económico. No perdamos de vista los problemas estructurales que responden a un Estado que ha devenido disfuncional al desarrollo económico y a la prestación de servicios públicos. En diversos ámbitos se encuentran errores severos de diseño en la arquitectura de las decisiones de los agentes económicos, lo que provoca ineficiencias e informalidad económica.

El Perú necesita recuperarse plenamente del impacto de la pandemia y retomar la senda del crecimiento. Tocar fondo también puede ser una oportunidad para reducir la fragilidad social y avanzar hacia un crecimiento más equitativo y sustentable.