El nuevo disco de los Rolling Stones
Por Fabricio Pliskin

Mick Jagger, Keith Richards y Ronnie Wood han presentado Angry, el “single” de su nuevo álbum, Hackney Diamonds, que salió a la venta el 20 de octubre. Y el crítico ya intuye que tendrá que hacer todo lo posible para no hundirse en la desesperación.

Se titula Angry y es el primer sencillo de “Hackney Diamonds”, el nuevo álbum de los Rolling Stones. “A Bigger Bang”, su último álbum de canciones originales, se remonta a Tony Blair. De eso hace ya dieciocho años. Y la indigencia cósmica de “A Bigger Bang” resulta aún más sorprendente si se tiene en cuenta que ese mismo año su coetáneo Paul McCartney publicó “Chaos and Creation in the Backyard”, un álbum estupendo y rico en hallazgos.

Nuestro reto: ¿cómo reseñar el nuevo disco de los Rolling Stones sin enfadarse con Mick?

¿Qué pensar de Angry, compuesta en Jamaica? Evidentemente, decir que Keith Richards se enfundó los calzones de Angus Young para despachar un “riff” de estadio a mazazos que tiene un falso aire a AC/DC sería un mal comienzo. Y señalar el lapsus egotista de Jagger durante la rueda de prensa del grupo en Londres («Angry es el primer single de mi nuevo álbum…») supondría sin duda agravar su caso.

Primera precaución: no examinaremos si el último gran álbum del grupo data de la muerte de Fernandel (“Sticky Fingers” en 1971) o de la del Papa Pablo VI (“Some Girls” en 1978). Bueno, digamos 1978, es decir, hace unos cuarenta años, o sea, el periodo que separa el Bolero de Ravel (1928) de “Let It Bleed” (1969).

Así que, desde 1978, desde que los Rolling Stones se han convertido en meros fantasmas de lo que fueron, reseñar un nuevo álbum de los Rolling Stones se ha convertido en un género en sí mismo. Es un arte de la evasión, un ejercicio de tacto y delicadeza, con sus propios rituales y tics, códigos y tropos, tropismos y automatismos.

Hubo un tiempo en que el crítico Philippe Manœuvre declaró, en tono de imprecador heroico: «Es medianoche, Doctor Jagger». Fue a propósito del disco “Tatoo You”, en 1981. Pero eso fue en otro siglo. Si era medianoche en 1981, ¿qué hora será en 2023? Ha pasado el tiempo de maldecir. Sería inútil arremeter contra Mick Jagger y Keith Richards, esos dos héroes de novela, que tienen respectivamente 80 y 79 años.

De ahora en adelante, el crítico/a sabe cómo recibir un nuevo álbum de los Rolling Stones. Es un(a) profesional. Con paciencia, moderación, disponibilidad, adaptabilidad, empatía, capacidad de escucha y diplomacia, hará todo lo que esté en su mano para ser positivo. Escuchando “Hackney Diamonds” demostrará autocontrol en cualquier situación y sea cual sea el sentimiento de repulsión estética que experimente. Protocolario hasta la médula, se guardará para sí sus estados de ánimo. Evitará, por tanto, tachar a los Rolling Stones de inanidad sonora.

(Tomado de la revista Sinpermiso)

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