El año 2023

Por: Carlos Meneses

Al fin del 2023, hacemos votos porque el año que viene sea mejor que el que se va y que sobre todo los peruanos tengamos la esperanza de que en los siguientes 12 meses las cosas cambien a favor de quienes hoy padecen desempleo y angustia.

Lamentablemente para la mayoría de peruanos el 2023 no fue un buen año, persistieron los problemas económicos y sociales hasta llegar a un nivel casi insoportable para un gran número de las familias que no encuentran solución a problemas preexistentes y se estima que 4 mil millones de soles fue la consecuencia que tuvimos que pagar sobre todo los sectores más pobres.

Conforme se acercaba el fin de año las dificultades lejos de aminorar se agudizaron y las perspectivas de cambio no aparecieron como sería deseable que ocurriera.

El gobierno de la presidenta Boluarte no ha sido exitoso y todavía están por esclarecerse hechos penosos ocurridos en los primeros meses de este año, donde más se sintió las consecuencias fue en las provincias del sur.

Particularmente el desempleo, la informalidad y la falta de estabilidad se sintió en todos los sectores con la sola excepción de los tradicionales, como la minería que alentó una recuperación, pero al final una sorpresiva inestabilidad institucional ha terminado por sumirnos en angustia y en el deseo de que el 2024 sea, efectivamente, un mejor año.

El clima político internacional tampoco ha sido favorable debido a la crisis del Medio Oriente y una disminución en las perspectivas de desarrollo de todo el mundo. A la guerra entre Rusia y Ucrania se ha venido a sumar un número de muertes muy elevado en la represión israelita en la Franja de Gaza; horrorizado está el mundo ante miles de víctimas, la mayoría inocentes que han perdido la vida y el hogar por una guerra sin cuartel y sin solución a la vistñ.

Hubiera sido deseable que por lo menos en diciembre las cosas cambiaran, pero estamos lejos de una realidad diferente.

Las perspectivas políticas nacionales tampoco han sido favorables para superar los inconvenientes heredados y la esperanza es que el 2024 sea distinto y mejor al año que se está yendo.

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