Por Manuel Bedregal

Javier Milei, recientemente electo presidente de Argentina, es hoy en día, uno de los principales influencer de la política mundial. Su presencia agrega valor a la discusión de las ideas sobre el desarrollo. A la vez, cuestiona sin ambages el estatismo y a sus gestores a quienes denomina: “La casta que caerá bajo el filo de su potente motosierra”.

Sus ideas, formas y vehemencia le dieron un triunfo holgado sobre los peronistas y sus aliados que dominaron la política argentina por casi un siglo. A la vez, su influjo ha trascendido fronteras. Puede verse con frecuencia su presencia en la discusión política y económica peruana y de muchos países. También, por supuesto, ha alentado a quienes enarbolan las banderas del liberalismo económico en el mundo entero. Es el nuevo abanderado de la economía de mercado.

Milei tuvo el valor y honestidad de expresar siempre lo que pensaba en materia económica y social. No recurrió a la patraña de decir blanco, sabiendo que será negro. Algo inédito en las campañas electorales latinoamericanas ganadoras. Se enfrentó a políticos, sindicalistas, representantes de ONGs, e inclusive periodistas financiados por lo que él mismo denomina el cuoteo de la publicidad estatal. También a las medidas populistas de su contrincante, increíblemente ministro de Economía en funciones, que recurrió de manera irresponsable y hasta punible a la mermada caja fiscal otorgando dádivas de último minuto a importantes grupos vulnerables de la sociedad argentina. Una muestra descarada de compra de votos.
Expuso sus ideas claramente en foros de empresarios, alentándolos a competir en un mundo global. Reiteró hasta el cansancio que su país es pródigo en recursos y otorga al inversionista ventajas comparativas. Indicó que sólo compitiendo se genera el conocimiento que mejora la productividad. Llamó la atención la frialdad del trato que recibió en tales foros. Las pifias y a la vez silencios de parte de quienes deberían ser sus principales aliados. Claramente buena parte del empresariado argentino ve en sus propuestas el fin del mercantilismo.

Su rápido ingreso a la real politique y el no contar con una clara mayoría congresal, le jugarán en contra. Le esperan decisiones difíciles en un entorno de oposición dura, organizada y con experiencia política, pero independientemente de los futuros acontecimientos su presencia es valiosa y digna de tomarse en cuenta.

Vale Milei. Valen sus propuestas en materia de libertad económica, vale la sinceridad de su discurso, vale su persistencia y lealtad a sus fuentes. Es evidente que deberá mejorar su carácter, su verbo punzante y hasta ofensivo. Dejar la soberbia. Evidentemente mucha gente de a pie, gauchos del interior sobre todo, no entienden el fondo de su mensaje y sus implicancias inmediatas pero, el vínculo ya está y deberá honrarlo.