El Poder Judicial programó para hoy viernes 29 de diciembre la lectura de sentencia del exasesor presidencial Vladimiro Montesinos por el presunto delito de lesiones graves en perjuicio de la exagente del desactivado Servicio de Inteligencia Nacional, Leonor La Rosa Bustamante.

En una audiencia virtual a realizarse desde las tres de la tarde, la Cuarta Sala Penal Liquidadora Nacional Transitoria dará a conocer su veredicto tras haber escuchado el jueves 21 de diciembre la auto defensa de Montesinos Torres en la que solicitó su absolución.

La Sala Superior también dará a conocer ese día la sentencia que dictará en el caso del exjefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas Nicolás de Bari Hermoza Ríos y el exjefe del Servicio de Inteligencia Nacional Julio Salazar Monroe, implicados en proceso penal.

Caso Leonor La Rosa

Leonor La Rosa denunció haber sido detenida, violada sexualmente y torturada por agentes militares y de inteligencia en febrero de 1997, durante el régimen del entonces presidente Alberto Fujimori, por haber filtrado a la prensa información considerada como “confidencial”.

Este hecho hizo que en febrero del 2002, el entonces mandatario Alejandro Toledo le pidiera disculpas en nombre del Estado y le entregara una indemnización de 120 mil dólares.

En la actualidad, Leonor la Rosa Bustamante, que solo se puede movilizar en silla de ruedas al quedar parapléjica, reside en Suecia desde 1998, cuando fue considerada como refugiada por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

Entre marzo y noviembre de 1996, Leonor La Rosa trabajó encubierta en el Hospital Militar de Lima como relacionista pública. Su misión era controlar posibles fugas de información a Chile y Ecuador a través de agregados militares de esos países que recibían atención médica en dicho centro de salud. Sin embargo, según La Rosa, confesó que filtró información a la prensa, revelando planes secretos denominados Bermudas, Narval y el Pino.

El 6 de abril de 1997, a través del programa “Contrapunto”, La Rosa denunció que fue detenida y torturada por miembros del Ejército para que revele a quién había filtrado los planes secretos.

De acuerdo con la Defensoría del Pueblo, los torturadores quemaron sus manos, piernas y brazos, causándole hemorragias nasal y vaginal, además de una lesión en la médula espinal que la dejó en silla de ruedas.