Por: Ximena Bravo

Entre los objetivos claves de la PNTD está la capacidad de la ciudadanía para desarrollarse a nivel integral en un entorno digital, sobre todo en el uso de los servicios públicos relacionados con la educación, salud y seguridad. La digitalización de estos servicios permitirá simplificar trámites, información en línea, ahorrar tiempo y costos, aumentando la transparencia, la eficiencia y la accesibilidad para la población.

Por ello, para el 2024 el Gobierno debe trabajar en la mejora del sector educación con la implementación de plataformas educativas en línea, acceso a materiales de estudio, sistemas de registro y seguimiento académico en línea. En el caso del sector salud; las citas médicas en línea, contar con expedientes médicos electrónicos, recetas digitales y acceso a información preventiva.

De acuerdo con el Índice Global del Crimen Organizado 2023 de la organización GI-TOC, el Perú se encuentra en el puesto 32 de 193 países en criminalidad; por ello, la mejora en los servicios de seguridad y justicia será vital con la implementación de monitoreo de la seguridad pública, identificación facial por medio del machine learning, acceso a información judicial y denuncias, y seguimiento de casos criminales en línea.

Además, es vital que el Gobierno trabaje en la confianza y seguridad digital. Un informe de FortiGuard Labs da cuenta que el Perú fue objetivo de más de 3,000 millones de intentos de ciberataques durante el primer semestre del 2023. Para ello, será necesario implementar mecanismos de ciberseguridad que permitan contribuir a optimizar la confianza digital con medidas de seguridad robustas que protejan la información personal y financiera de cada peruano.

Sin embargo, para alcanzar estas mejoras se requiere que el Estado impulse y garantice que el proceso de digitalización sea inclusivo. Los ciudadanos del Perú deben contar con el acceso de nuevos canales digitales que les posibilite mejorar sus condiciones y beneficiarse del aprendizaje, trabajo y servicios de salud, que les permita vivir en el mundo digital, independientemente de su nivel de educación o su acceso a la tecnología. Para ello es fundamental que el Gobierno trabaje en convertir la brecha digital en una oportunidad digital para todos, sobre todo para aquellos que corren peligro de quedar rezagados y aún más marginados.