Por Willard Díaz

Aunque Mario Guevara, director de la legendaria revista cusqueña “Sieteculebras”, anunció el año pasado haber concluido con su edición, acaba de salir el número 51 (y se esperan muchos más, porque de alguna manera Guevara ha conseguido configurar un perfil de publicación inédito para la ciudad más cosmopolita del país). Como es costumbre en cada nuevo número se alternan artículos y colaboraciones nacionales e internacionales.

El 51 nos ofrece un artículo de Edith Pérez Orozco que extiende la polémica literaria entre criollos y andinos de hace 20 años hasta nuestros días. Luego hallamos como primicia el primer capítulo de la novela de Ángel Avendaño “Testigo sospechoso”; un artículo de divulgación de la obra del teórico Walter Benjamin debido a Rafael Ojeda; un breve perfil de Luis Vallejo, el Obispo de los pobres, escrito por Roberto Romero; el ecuatoriano Ricardo Torres firma “Boom al Boom”, pesquisa algo arbitraria de los vínculos entre Europa y los autores del Boom, en la que afirma que “fue en Barcelona en donde Cortázar publicó su novela “Los cachorros”; el propio Mario Guevara realiza una entrevista con Juan Alberto Osorio sobre su extensa obra; Ofelia Huamanchumo de la Cuba nos sugiere una interesante idea, la publicación de una revista con ensayos sin firma, como “Los anónimos” del poeta alemán Ludwig Ribiner; Jorge Terán revisa la obra de Luis Fernando Cueto; Julio Soriano cuenta un par de anécdotas sobre el escritor chileno Luis Sepúlveda; en “El desastre y la embriaguez en la cuentística de Mario Guevara Paredes” el colombiano Jorge Ladino Gaitán le da otra vuelta de tuerca a la crítica sobre nuestro escritor cusqueño; finalmente el mejicano Jorge Ruiz Dueñas comenta vida y obra de Álvaro Mutis. Se añaden como siempre páginas de poesía inédita y las valiosas reseñas de libros, esta vez a cargo de Jesús Manya sobre “Dura lex sed lex” de Elver Pizarro, de Mario Suárez sobre “Pasos de alquitrán” de Christian Reynoso, de Roberto Romero sobre “La educación pública en la Región Cusco” de José Alipio Gonzales, y la de Raúl Jurado Párraga sobre “Arguedas y la Educación Peruana de Todas las Sangres” de Hernán Hurtado.