Por Erika Romero D. Fotos: Diego Campana Q.

Antes pernoctaban en la calle ahora ocupan un frío pasadizo ubicado detrás de la emergencia. El problema de fondo continua. En tanto trabajos de refacción no se han culminado.

DIRECTOR ASEGURÓ QUE HABILITARÁN UN HORARIO MÁS

La fachada del hospital Goyeneche desde hace unos días se ve renovada. Sin embargo, tras los muros de ese nosocomio los problemas de fondo persisten; los pacientes siguen a la espera de una solución que no llega. Su pedido es ser tratados como seres humanos dignos.

Una muestra del maltrato que reciben quienes acuden al centro hospitalario en busca de atención especializada ocurre pasadas las 20 horas. Fuimos testigos, la noche del jueves 11, de lo que tienen que soportar para lograr una consulta externa.

La tarde de ese día llovió con mediana intensidad, eso no acobardó a las madres, adultos mayores y varones que necesitaban conseguir un cupo, en el hospital Goyeneche, para ser revisados por médicos especialistas. Para cuando llegamos, a las 21.30 horas, ya estaban instaladas 40 personas aproximadamente, unos dormían, otros conversaban sobre la posibilidad de obtener un puesto para la consulta médica programada para el día viernes 12.

Antes de animarse a formarse en la cola se acercan a una pizarra acrílica en la que está escrita la especialidad y la cantidad de cupos disponibles. A nuestro lado se detuvo una joven mujer que nos preguntó cuál era la dolencia que nos molestaba. Respondimos que el oído.

“Pero está de suerte hay 30 consultas disponibles, seguro que le dan cita. La cosa es saber cuántos de aquí van al otorrino”, nos respondió un tanto aliviada por la buena estrella que nos acompañaba. Leyó la pizarra de nuevo para revisar cuántas citas se habilitaron para atender su dolencia y se fue preguntando a cada una de las personas de la larga cola por la especialidad que buscaban.

Esa suerte de sala de espera a la intemperie se instala por las noches cerca a los ambientes de Cirugía Varones y Hospitalización Oncología que están justo detrás de la emergencia construida en la gestión del entonces presidente regional, Juan Manuel Guillén Benavides.

Las especialidades que para el viernes 12 tenían menos espacios fueron colposcopia (10), tórax y cardiovascular (07), urología (08), anestesiología (08), cabeza y cuello (10), cirugía pediátrica (10), adolescentología (10), medicina física (08) y odontología (10). No se programó citas para los interesados en ser revisados en las especialidades de neonatología y neumología pediátrica.

Es decir que, si el número de pacientes supera a la cantidad de turnos programados, no le quedará otra salida que volver al día siguiente, hacer nuevamente una cola y tener algo de suerte.

PREPARÁNDOSE PARA LA LARGA NOCHE

La noche del jueves, en el ambiente se sentía algo de humedad por la lluvia que cayó en horas de la tarde. Al llegar al pasadizo que está detrás de la emergencia, vimos dos mujeres que armaron algo parecido a una cama hecha de cartones dentro dormían sus pequeños hijos (un varón y una mujercita) envueltos en frazadas y cubiertos con cartones.

Les preguntamos de dónde sacaron los cartones nos dijeron que en la parte posterior cerca al almacén de los balones de oxígeno había escombros de las obras de refacción que se hacían en el Goyeneche. “Ahí hay hartos cartones, escoja los de abajo porque los que están encima, están medio mojados por la lluvia, los que están debajo solo están un poco húmedos y con el calor de su cuerpo se va a pasar”, nos recomendaron.

El reloj dio las 10 de la noche, cada vez llegaban más personas unos traían sus frazadas dentro bolsas de mercado. Incluso unos palos dejados por los obreros encargados de los trabajos de refacción fueron usados como duras almohadas.

“A las 11.30 pasa la segunda ronda para entregar las citas”, mientras nos daban esa información no pudimos evitar sorprendernos al ver a un grupo de personas que improvisaron una cama sobre la tierra muy cerca de ellos un tacho abarrotado de basura. Los minutos transcurrían lentamente, entrada la noche el frío se hizo más intenso.

Un hombre de aproximadamente 70 años, nos miró y dijo que no era posible que los enfermos tuvieran que pasar por esa situación e incluso la larga noche, el frío podía afectar más la salud de quienes esperan por atención médica.

MÁS TURNOS

Al director del hospital Goyeneche, Paul Quinde Alarcón, le preguntamos cuándo los pacientes que buscan cita en consultorio externo tendrán mejor trato y le mostramos las fotos tomadas la noche del jueves 11.

Nos respondió que no es primera vez que ve esa clase de imágenes y que antes las personas pernoctaban en la calle y se les ha permitido ingresar. Le respondimos que el problema de fondo continua y solo se dio una solución momentánea.

“Al día por consultorio externo atendemos a cerca de 320 personas, la atención para consulta externa empieza a las 6 de la mañana y estos inconvenientes se ven por los trabajos de refacción”, nos dijo inicialmente.

A Quinde le dijimos que en agosto del año pasado fuimos testigos de una situación similar, las personas debían dormir en el suelo para asegurar un ticket de atención.

“Vamos a habilitar dos horarios de atención de 6 a 13 horas y luego de las 15 a 18 horas, también vamos a habilitar dos módulos para que se entregue la cita para el día siguiente con eso esperamos que no estén los pacientes en esta situación que afecta su dignidad como seres humanos”, nos dijo vía telefónica.

La mayoría de pacientes que atiende el Goyeneche son personas de bajos recursos que provienen de lugares distantes como Puno, Juliaca.