Por: Carlos Meneses

La ministra arequipeña Ana María Choquehuanca está en problemas porque ha decidido emprender una gran batalla en defensa del sector económico más dañado por la crisis y ante la falta de un programa de atención para las PYMES de parte del titular de Economía, Alex Contreras, quien le prometió ayuda que, lamentablemente, no se ha concretado hasta ahora.

Ana María Choquehuanca recogió la bandera de las PYMES de su desaparecido padre José Domingo, promotor del parque artesanal de Apima y gestor del movimiento en favor de los pequeños productores desde el gobierno de Fernando Belaúnde,  ahora está en una coyuntura desagradable porque hay quienes han pretendido sacar partido político de posiciones ligeramente discrepantes con uno de los líderes nacionales de las PYMES que, por cierto, se han cansado de esperar una ayuda que llega a otros, pero no justamente a los pequeños empresarios.

Ana María entabló negociaciones y escuchó promesas de Alex Contreras y pidió calma antes de entrar en un conflicto con quien dirige la economía nacional. La arequipeña se niega a politizar el problema y prefiere el trato directo con el ministro del Interior, Víctor Torres al que pretendía proveer de ropa y mochilas para que fueran de uso de los más de 120 mil efectivos de la institución.

En ese empeño persiste sin haber obtenido hasta ahora solución favorable como también lo esperan los pequeños industriales en zapatería para tener ventas adecuadas al requerimiento de estabilidad económica y a la competencia nociva de las importaciones chinas que en realidad tienen una calidad inferior a las nacionales

SUMILLA

Es de esperar que las diferencias que la señora Choquehuanca tiene ahora con sectores de numerosa población terminen en conversaciones deseables y oportunas para dinamizar el movimiento comercial de las PYMES alejando de lo político lo que debe ser estrictamente económico y comercial.