Mehdi Mammadov – Encargado de Negocios (a.i.) Embajada de Azerbaiyán

En la noche del 19 al 20 de enero de 1990, con instrucciones directas de Mijaíl Gorbachov, jefe de Estado de la URSS, y sin aviso previo, 26 000 soldados soviéticos marcharon sobre la ciudad de Bakú para reprimir el movimiento de independencia que surgió por las políticas sesgadas de la URSS en contra de Azerbaiyán, para así sofocar el espíritu de liberación nacional.

Como resultado, las tropas masacraron brutalmente a más de 150 civiles, entre ellos mujeres, niños y ancianos, y cientos resultaron heridos.

Recuerdos de esos trágicos eventos, cuando los tanques rugían por las calles, los soldados armados se movían por la ciudad, los sonidos de los disparos nocturnos, las vistas de calles con coches destruidos, incluidas ambulancias, y los muros de casas civiles con agujeros de bala, están vivos tanto en mi memoria como en la de todos los que fueron testigos en estos días.

Esta intervención militar fracasó miserablemente y aceleró la caída de la URSS.

La intervención de las autoridades soviéticas no fracturó la firme voluntad del pueblo azerbaiyano y su anhelo de libertad. La unidad y la dignidad nacional vencieron a las armas, marcando un punto de inflexión del régimen soviético en Azerbaiyán, haciendo temblar los cimientos de su mandato, hechos que posteriormente condujeron a nuestra independencia en 1991.

El líder nacional de los azerbaiyanos, Heydar Aliyev, calificó el “Enero negro” como la página más trágica, pero al mismo tiempo heroica y valiente de la historia moderna de Azerbaiyán, así como un punto de inflexión en la vida del pueblo azerbaiyano.

El coraje que mostró el pueblo de Azerbaiyán en 1990 volvió a ser demostrado durante la Guerra Patria de 44 días en el 2020, en la que se liberaron nuestros territorios de la ocupación, llegándose así a restaurar la integridad territorial de Azerbaiyán.

Hoy, las almas de nuestros heroicos mártires, que dieron sus vidas por la independencia de Azerbaiyán y por la soberanía e integridad territorial de nuestro país, han encontrado paz.

El pueblo azerbaiyano sigue guardando en sus corazones los recuerdos de esos mártires muy queridos. El 20 de enero se decreta como el día de Luto Nacional. Cada año de este día, miles de personas visitan el Callejón de los Mártires para tributar honores a las víctimas del “Enero negro”, los que pagaron el precio más alto por la independencia de su país.