Por: Carlos Meneses

Lo cierto y negativo para el Perú es que el perseguido sigue suelto, declarando constantemente y criticando por igual al poder legítimo de la presidenta Boluarte y burlándose de la justicia y de la Policía. Esto debe terminar y de una vez.

Hace virtualmente 200 días que Vladimir Cerrón está oculto, mientras tanto las investigaciones policiales para ponerlo a disposición de la justicia no tienen resultado alguno. Ya son 3 los ministros del Interior que no han podido encontrar a Cerrón, quien aparece con frecuencia en redes sociales para seguir opinando sobre asuntos internos. Se ha rumoreado que él se encuentra fuera del país, probablemente en Cuba donde estaría refugiado.

Es evidente que alguien protege a quien está condenado por actos indebidos que se vinculan a un proyecto de aeropuerto en la región de Junín de la que fue presidente regional.

Esa instancia de protección correspondería a las más altas esferas políticas que le dieron la oportunidad de escapar de una persecución en la playa de Asia, en las afueras de Lima, dando lugar a que se afirmara que la fuga se logró a través del mar lo que habría permitido que se frustrara un operativo policial.

El nuevo gabinete Adrianzén no ha dicho palabra alguna sobre el particular; en tanto un hermano suyo, vicepresidente del Congreso, tiene informaciones que evidencian que los contactos se mantienen entre ellos y que además son conocidos por los militantes de Perú Libre, especialmente por la parlamentaria arequipeña María Agüero que viste una casaquilla con demandas de justicia para él.