LOS GRANDES QUE YO CONOCÍ

Por: Carlos Meneses

Todos los arequipeños vieron la reconstrucción de las torres de la Catedral, la que da a la calle San Agustín se vino abajo y la otra quedó severamente dañada, después del fuerte terremoto que sacudió Arequipa el sábado 23 de junio de 2001.

ESPECIALES AREQUIPA

¿Cómo y quiénes repusieron la torre de la Catedral?

El entonces presidente Valentín Paniagua llegó a Arequipa la noche del 23 de junio del 2001, ese mismo día, pero en horas de la tarde ocurrió el terremoto que hizo caer la torre de la Catedral, cercana a la calle San Agustín, donde están colgadas las campanas más grandes del templo matriz. Su reconstrucción fue alentada por el mandatario y demandó que se hiciera el máximo esfuerzo para superar la emergencia.

Paniagua llegó al aeropuerto Alfredo Rodríguez Ballón, ni bien puso un pie en suelo arequipeño, subió al helicóptero que lo esperaba para sobrevolar la ciudad capital y en horas de la madrugada hizo lo mismo en la provincia de Camaná. Después regresó sabiendo que la obra más importante por realizar estaba vinculada a la reconstrucción de las torres de la Catedral y al mejoramiento del reloj instalado en la torre que se mira desde la calle Mercaderes y que parecía sostenida en el aire.

El alcalde de la ciudad que era Juan Manuel Guillén Benavides y el arzobispo de ese tiempo, Luis Sánchez-Moreno Lira, ambos arequipeños de nacimiento, se comprometieron a realizar la gran tarea de reponer la torre con el concurso de ingenieros, arquitectos, albañiles y un préstamo concedido por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que confiaría la administración de la tarea a la Municipalidad Provincial de Arequipa (MPA) y a la Iglesia.

Torre que cayó, terminó en el suelo de la nave principal de la Catedral.

Nadie dejó de colaborar y los primeros en responder fueron docentes, alumnos y empleados de la Universidad Nacional de San Agustín (Unsa), mientras los líderes del municipio y de la Iglesia se reunían diariamente para discutir los detalles de lo que no solo sería recuperar la torre, sino embellecer la Catedral.

En las escuelas de formación técnica que por entonces tenía la Unsa en albañilería, hierro forjado y carpintería, así como en la contratación de expertos en iluminación y restauración de pisos y altares, se trabajó casi día y noche y en 7 meses se logró la proeza deseada.

Luis Sánchez-Moreno Lira, primer obispo que en el mundo perteneció al Opus Dei, no pudo ver terminado su trabajo, al cumplir 75 años fue remplazado en el cargo por disposición eclesiástica llegada de El Vaticano.     

Fue Guillén quien puso la cruz final en la torre reconstruida, después de que en plena calle y ante millares de ojos que observaban el avance de los trabajos se reunían diariamente y llenaban sus zapatos de tierra y polvo, alternando con obreros que tallaban bloques de sillar para ir adecuando las demandas y exigencias de la torre de donde, en antaño, se convocaba al pueblo a mítines o jornadas de protesta.

Una joven profesional de arquitectura de la Unsa viajó a Italia y España para elaborar todo lo que estuviera referido a iluminación y arreglo de interiores. Monseñor reconoció como hecho casi milagroso que al desplomarse la torre que perforó el techo de la Catedral no se produjeran daños en el gran órgano que distingue a la Catedral arequipeña.

Hay que decir también que el gobierno tuvo confianza en el pueblo de Arequipa, al igual que lo hizo cuando, después del terremoto de 1958, se creó la Corporación de Saneamiento de Arequipa y se le encargó dirigir el trabajo de dar agua a más arequipeños.

La torre fue terminada, pero correspondió al actual arzobispo Javier del Río Alba el conseguir el mármol de Carrara que había sido retirado de la parte delantera de la Catedral para remplazar el del interior que se quebró con el fuerte impacto de la torre que cayó en la nave principal del templo.

Toda Arequipa pudo presenciar el trabajo de levantamiento de la torre que trajo abajo el terremoto del 2001.

LOS PROTAGONISTAS

Luis Alberto Sánchez-Moreno Lira nació el 12 de noviembre de 1925, fue hijo del médico Alberto Sánchez-Moreno y de Graciela Lira, estudió en los colegios de La Salle de Arequipa y Lima, remplazó en el cargo a Fernando Vargas Ruiz de Somocurcio y falleció en Lima, el 28 de setiembre del 2009. Perteneció a la orden del Opus Dei, era muy devoto de la Virgen de Chapi y se convirtió en entrañable amigo del alcalde Guillén y de quien sería su sucesor monseñor Javier del Río Alba.

Juan Manuel Guillén Benavides nació en Arequipa el 24 de noviembre de 1941, estudió en el colegio de la Independencia Americana, ha sido docente universitario en la Unsa y rector de esa casa de estudios superiores, fue alcalde de Arequipa y presidente de la región, constructor del estadio Monumental de la Unsa, del puente Chilina; obras que realizó sin ayuda del gobierno central.

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