Por: Carlos Meneses

La presidenta Boluarte tiene que volver a hablar con la prensa peruana y no solamente dedicarse a dialogar con niños que no entienden los problemas que tiene Perú y menos los decires de la jefa de Estado.

Desde hace poco de dos meses, la presidenta Dina Boluarte ha vuelto a callar ante la prensa, no quiere hablar con los periodistas y ha escogido como únicos oyentes y dialogantes a niños de colegio; pero nada de tratos con la prensa para informar lo que el gobierno quiere hacer o está haciendo el gabinete Adrianzén.

El aislamiento de la presidenta ha tenido consecuencia en su prestigio personal al extremo de que una mayoría congresal votó en contra de autorizar un viaje a las Naciones Unidas, ahora 5 ministros de Estado fueron a la cita de las Naciones Unidas como una compensación de la ausencia de la gobernante, pero no sabemos de qué forma los ministros indicados la remplazarán.

En realidad, el motivo de la decisión parlamentaria tuvo como justificación los incendios forestales que nada tenían que ver con asuntos que no estuvieran vinculados al problema que confrontaba la incapacidad nacional para resolver los siniestros.

Los ministros estarán como oyentes en las reuniones de la Asamblea General, pero por lo menos 4 países del mundo habían proyectado reunirse con la señora Boluarte, aunque no eran de primer nivel en temas económicos o de la cita APEC.

En todo caso las relaciones entre el Legislativo y el Ejecutivo se han dañado y será interesante superar la semana de representación que inician los legisladores para luego ver qué consecuencia habrá en las relaciones futuras entre el Parlamento y el gabinete Adrianzén.