Por: Carlos Meneses

Al volver de China, Salhuana tendrá que responder las denuncias formuladas sobre mafia de proxenetas en el Legislativo.

Cuando el presidente del Congreso vuelva de China tendrá que afrontar una investigación policial relacionada con una intromisión de un grupo de mujeres contratadas en el Parlamento para presuntamente negociar favores femeninos para conseguir votos para la mayoría congresal.

Salhuana lo ha negado, pero la investigación está en trámite y de ella participa la Fiscalía y también la Policía Nacional del Perú (PNP) se trata de determinar de qué manera han influido dichas féminas, una de las cuales fue asesinada a balazos hace menos de 3 semanas en pleno centro de la capital cuando retornaba a su casa.

Está en trámite una moción de censura contra Salhuana y la junta directiva; en esa junta 2 de los cuatros miembros que la conforman están a favor del castigo. Salhuana ha adelantado que él no va a renunciar y posiblemente tampoco el primer vicepresidente, Waldemar Cerrón de Perú Libre.

Lo importante es el esclarecimiento del hecho para lo cual la Policía ha recabado documentación, computadoras, teléfonos y pedido que le entreguen las grabaciones de las cámaras de seguridad que deben estar guardadas en una memoria.

Según el Congreso, las cámaras solo graban con 15 días de atraso y después son borradas las imágenes registradas y esto habría ocurrido hace un mes.

Salhuana se ha permitido adelantar que la información no es verdadera y, en todo caso, ofrecido toda facilidad para la investigación tanto policial como fiscal.