El Consejo Regional de Arequipa (CRA) advirtió sobre un inminente retraso en la aprobación del expediente de saldo de obra del hospital Maritza Campos. Este documento debía ser aprobado en la quincena de enero, pero el retraso en la contratación de la empresa supervisora pone en riesgo el cronograma. Esta problemática ya quedó evidenciada en el primer entregable, elaborado por el consorcio Maritza Proyectos, contratado por el Gobierno Regional de Arequipa (GRA).

La elaboración del expediente de saldo de obra del hospital Maritza Campos inició el 28 de mayo de 2024, a cargo del contratista Maritza Proyectos. Según las cláusulas, el primer entregable debía presentarse en un plazo de 60 días calendario. Sin embargo, en octubre de 2024, la Contraloría General de la República, mediante el informe N° 069-2024-OCI/5334-SVC, alertó que dicho entregable fue presentado con 38 días de retraso, siendo entregado 98 días después del plazo inicial.

El expediente completo debía estar concluido y aprobado en octubre de 2024. No obstante, la demora en la aprobación del primer entregable obligó a postergar la aprobación final para enero de 2025. A solo una semana de la nueva fecha límite, desde la Comisión de Infraestructura del CRA precisaron que el retraso sería inevitable, ya que la empresa ejecutora fue contratada en mayo, mientras que la supervisora recién en octubre. Es decir, con un desfase de tres meses.

«El hospital de Camaná y el Maritza Campos llevan varios meses paralizados. Además de culminar las obras, se necesita renovar el equipamiento tecnológico, lo que requiere montos significativos. La pregunta es: ¿tenemos los recursos? ¿O el GRA ya los dispuso para otros fines? Esto podría significar que no concluyamos los hospitales en esta gestión, lo que sería una desgracia», expresó el consejero regional César Huamantuma Alarcón.

El plazo inicial para la elaboración del expediente de saldo de obra era de 155 días calendario, pero ya han transcurrido más de 200 días. Según el CRA, el retraso es responsabilidad del GRA, pues la falta de coordinación en la contratación de la empresa ejecutora y supervisora impidió establecer las condiciones necesarias para avanzar con el primer entregable.