Por: Carlos Menses

Protestamos por lo sucedido y nos solidarizamos con la actitud limeña de disfrutar en la calle, en las plazas su fiesta jubilar al margen de los deseos y gustos del gabinete y del Ejecutivo. Lo que está mal hecho debe recusarse.

Ha hecho mal el Poder Ejecutivo liderado por Dina Boluarte al maltratar a Lima, en la fecha conmemorativa de sus 490 años de fundación española, al no asistir como es habitual a la sesión solemne de la comuna metropolitana de la capital de la República y también a la misa que se celebró en la Catedral.

El gesto obligó a algunas medidas que adoptó la Municipalidad Metropolitana de Lima para no poner lugares que debieron ocupar presidenta, ministros de Estado y el arzobispo y cardenal peruano, Carlos Castillo, quien encargó a un obispo auxiliar de Lima realizar el oficio religioso.

El alcalde capitalino dijo que no es la primera vez que tiene un comportamiento semejante la mandataria y el gabinete en pleno, ya son varias veces en que los reclamos del alcalde no han sido escuchados y como bien señala el titular de la alcaldía de Lima hablar con el Ejecutivo es como dirigirse a una pared.

En Lima vive el 30% de los habitantes de la República, 10 millones de peruanos residen en la capital y no están recibiendo el trato que merecen, así como la consideración que se les debe. Las cifras oficiales del INEI son categóricas, la tercera parte de los peruanos vive en Lima.

Toda diferencia tiene que ser marginada cuando se trata de recordar una fecha como la que Lima ha celebrado, lo mismo pasaría y de hecho ya ocurrió con el aniversario de Arequipa y de otras ciudades de la República para las que se tuvo igual desconsideración y maltrato.