Por Germán Yuca Ch.

La continuidad a largo plazo de las campañas de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) se encuentra en incertidumbre tras la suspensión del financiamiento de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).

EN AREQUIPA PROGRAMA ERA PARA PREVENIR CONSUMO DE DROGAS

A nivel nacional y regional, Devida colabora con entidades estatales para impulsar capacitaciones docentes, campañas escolares y materiales educativos contra el consumo de drogas. Sin embargo, la falta de financiamiento deja su sostenibilidad en duda.

Las autoridades estadounidenses anunciaron la paralización de la ayuda internacional a organizaciones humanitarias y de cooperación en varios países, incluido Perú. Al respecto, el ministro de Relaciones Exteriores, Elmer Schialer, precisó que el apoyo de USAID fue suspendido por 90 días para reevaluar los fondos asignados. Esta medida no solo ha desestabilizado a diversas ONG, sino que también afectaría los convenios firmados con instituciones públicas peruanas.

En abril de 2018, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), Devida y USAID suscribieron un memorando de entendimiento (MOU) con el objetivo de fortalecer las capacidades de los servidores públicos en planificación, contratación y ejecución de inversiones. El acuerdo también incluía acciones de coordinación, promoción y monitoreo de programas alineados a la Estrategia Nacional de Lucha contra las Drogas.

En los últimos siete años, Devida, en colaboración con la Gerencia Regional de Educación de Arequipa (GREA), realizó talleres dirigidos a padres de familia para prevenir el consumo de drogas en escuelas de la región. Además, impulsó campañas enfocadas en reducir el riesgo de adicciones en niños y adolescentes. Pese a los esfuerzos, el consumo de alcohol, tabaco y marihuana sigue siendo alarmante: 3 de cada 10 estudiantes de secundaria consumen alguna de estas sustancias.

Para 2025, Devida cuenta con un presupuesto asegurado por el MEF en coordinación con USAID. No obstante, la entidad tiene un plan de acción en el marco de la Política Nacional Contra las Drogas (PNCD), con proyección hasta 2030. La incertidumbre sobre la continuidad de los fondos internacionales podría truncar las labores que Devida ejecuta a nivel nacional, especialmente en regiones críticas como Arequipa.

AFECTADOS A NIVEL NACIONAL

La decisión de la administración de Donald Trump de recortar los fondos destinados por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) a diversas organizaciones no gubernamentales (ONG) y medios de comunicación en América Latina, incluido Perú, causó un terremoto en cierto sector.

La medida afecta a entidades señaladas de promover agendas ideológicas progresistas y de interferir en la política local con recursos externos.

Entre las organizaciones más ‘tocadas’ figuran conocidas entidades periodísticas como RPP y La República, y proyectos del rubro como Ojo Público, Epicentro y el Instituto de Defensa Legal (IDL), dirigido por Gustavo Gorriti.

Estas instituciones, que aseguran defender los derechos humanos y promover la investigación en áreas de justicia, memoria histórica y democracia, recibieron fondos internacionales por años, lo que las vincula a una línea política determinada por la denominada agenda woke.

Según la información divulgada por el portal X DerechaPerú, los siguientes medios y organizaciones recibieron recursos significativos para financiar sus proyectos, muchos de los cuales fueron considerados como vehículos para promover el progresismo woke en el Perú:

LISTA

• RPP: 200,000 dólares
• La Encerrona (Marco Sifuentes indicó que no fue financiamiento directo de USAID): 104,000 dólares
• Epicentro (Clara Elvira Ospina): 70,000 dólares
• Ojo Público: 53,000 dólares
• La República: 32,000 dólares