VITAMINA M DE MUJER

Por Médico psiquiatra Juan Manuel Zevallos Rodríguez. – Magíster en Salud Mental del Niño Adolescente y Familia.

Este 8 de marzo, como cada año, celebramos el Día Internacional de la mujer. Un día para recordar y valorar al ser más importante de la creación y que en su ser atesora la milagrosa vitamina M, vitamina de la Mujer.

HOY CONOCÍ EN EL MUNDO GENTE MARAVILLOSA

En estas primeras líneas de este tributo maravilloso a la mayor fuente de amor del universo, no quiero dejar de evocar unos versos hermosos del compositor brasileño Roberto Carlos que nos decía: “Tengo a veces deseo de ser Nuevamente un chiquillo / Y en la hora que estoy afligido /  Volverte a oír / De pedir que me abraces y lleves / De vuelta a casa / Que me cuentes un cuento bonito / Y me hagas dormir / Muchas veces quisiera oírte / Hablando, sonriendo / Aprovecha tu tiempo / Tú eres aún un chiquillo / A pesar la distancia y el tiempo / No puedo olvidar / Tantas cosas que a veces de ti / Necesito escuchar…”. Y es que la primera imagen de mujer que cada uno de nosotros tenemos en nuestra vida es la imagen de la mujer MAMÁ, aquella mujer que muchas veces va a dejar de lado su proyecto de vida por un compromiso y un acto mayor, la de criar, educar, formar y hacer soñar no solo a un niño o niña nacido de su infinito afecto, sino también hacer soñar y crecer a una invalorable familia.

Hoy recuerdo con mucha nostalgia mis años de infancia y niñez y, en estas horas de melancolía imbuidas de detalles de felicidad, no puedo dejar de sentir todo ese cariño, entrega y bondad que había en los ojos, en las manos y en los actos de mi adorable MAMÁ. Cuántas páginas de amor escribió ella en el libro eterno de mi corazón, cuantas horas de sueño hilvanando milagros de salud tejió junto a mí, cuantas semillas de ternura abrigo en mi interior para hoy ser ante el mundo una muestra de su amor.

El amor y el compromiso de cada mujer a lo largo de la historia pintó de colores la tragicomedia de nuestra existencia como especie dominante en el planeta. Cada mujer a lo largo de los siglos construyó la historia de la humanidad desde su esfuerzo, dicha, compromiso y esfuerzo en su hogar. Si, el hogar, la familia, a pesar de todo y de tanto, sigue siendo la base de la sociedad y el pilar del hogar siempre fue UNA MUJER, la mujer esposa.

Y hoy a la Mujer esposa quiero decirle, de la manera más tierna, y parafraseando al artista mexicano Emmanuel “Enséñame, enséñame / A ser feliz, como lo eres tú / A dar amor, como me lo das tú / A perdonar, como perdonas tú / Sin recordar el daño nunca más, nunca más. / Enséñame, enséñame / A consolar, como consuelas tú / A confiar, como confías tú / A repartir sonrisas, como tú / Sin esperar a cambio nada más, nada más. / Tengo mucho que aprender de ti, amor / Tengo mucho que aprender de ti, amor / Tu dulzura y fortaleza / Tu manera de entregarte / Tu tesón por conquistarme cada día. / Tengo mucho que aprender de ti, amor…” Y es que en nuestros hogares cada abnegado esposo aún tiene mucho que aprender de su adorable y abnegada esposa, aquel ser maravilloso que lleva dentro de sí la interminable vitamina M de Mujer.

Pero la labor de las mujeres se desarrolla claramente dentro y fuera de los linderos de la familia, los centros de trabajo, recreación, cultural y espirituales están llenos y pletóricos de mujeres que construyen con la vitamina M de Mujer sueños, y esos sueños cambian cada segundo el destino de la humanidad.

La ciencia, el arte, la cultura, la educación y la política han sido construidas con ladrillos de aportes de Mujer.  Los conceptos de empatía, solidaridad, altruismo y reciprocidad han dado forma a nuestra vida y nos han permitido crecer como especie dominante en este paraíso llamado Tierra, y esos maravillosos conceptos surgieron en primer lugar del corazón de una mujer.

Es claro que Dios creó al hombre y luego de … “CREÓ A LA MUJER”, a su imagen y semejanza, a su imagen de amor y a su semejanza de creador.

Las mujeres del mundo crearon hombres comprometidos con la verdad y el diálogo; las mujeres del mundo crearon hombres que tienen la convicción del bien por encima de otros criterios; las mujeres del mundo crearon a los hombres para que pudieran construir un mundo en equidad.

Al final del sexto día de la creación Dios nos dio el regalo más invalorable de todos: “LA MUJER”, y parafraseando otra bella joya musical en este día tan especial quisiera decir: “Yo te llevo, bella y adorable mujer, desde niño muy adentro / y desde mis más tiernos pasos te encontraba en el pájaro y la flor /
en la lluvia, en la tierra y en el silencio / y en mis sueños cada noche estabas tú / Por todo tu inmenso amor, madre y mujer, desde entonces quiero darte siempre gracias / porque puedo darme cuenta de tu amor / y por siempre te daré mi corazón. / ¿Cómo no creer en Dios? / si me ha dado la madre, la esposa y la hija / ¿cómo no creer en Dios? / si en todas sus manifestaciones me ha dado a la mujer querida / ¿cómo no creer en Dios? / si me ha dado la tristeza y la alegría / de saber que hay un mañana cada día / por la fe, por la esperanza y el amor… de una mujer.

Evidentemente el Día de la Mujer es eterno, siempre existió y nunca dejará de ser real. Cada muestra de afecto, entrega y compromiso por nuestra madre, esposa e hijas devuelve a Dios ese regalo inconmensurable.

Alegrémonos por esta fecha y por evocar estos bellos recuerdos y siempre digámosles a las mujeres de nuestra vida “EL AMOR DE MI VIDA SIEMPRE SERÁS TÚ”.

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