Por: Carlos Meneses

Los médicos no creen que tenga consecuencia la huelga de hambre que decidió comenzar el fin de semana el expresidente Castillo.

Hasta ahora la huelga de hambre que inició hace 48 horas el expresidente Pedro Castillo en protesta por el proceso que le siguen jueces -a propósito de una presunta rebelión que intentó en el mes de diciembre del 2022- no le está causando daños mayores a su salud.

Dos médicos que lo atienden en el centro de reclusión Barbadillo, de la capital peruana, han manifestado que los malestares que padece no son de preocupación y que puede y debe seguir asistiendo a audiencias judiciales que se realizan en el mismo centro donde está recluido. El martes en un nuevo intento dijo que pretenden juzgarlo con leyes españolas y que en tal caso deben dejarlo ir a España para procesarlo judicialmente con esa legislación y no con la peruana.

Ahora a propuesta de un abogado argentino que ha asumido su defensa internacional y especialmente en México donde está su esposa y dos hijos le da la razón a su causa y niega que lo puedan juzgar y condenar en el Perú.

Castillo está tomando líquidos, pero no quiere ingerir alimentos y los médicos no han encontrado daños en salud que hagan temer un desenlace desfavorable a su integridad.

Las audiencias no se suspenderán por decisión de los tres jueces a cargo de su juzgamiento. El martes les dijo a los magistrados que tenía que ver otros asuntos y pidió permiso para retirarse del lugar de la audiencia judicial.

Los abogados de oficio que le designó el tribunal, ante la renuncia de los letrados por él nombrados, siguen repitiendo que no son reconocidos por Castillo como sus defensores.