CAMINOS PARA MEJORAR LA CALIDAD DE LOS PARLAMENTARIOS EN PERÚ

Por José Augusto Arce Paredes. – Abogado y docente universitario.
En un contexto donde la confianza ciudadana en el Congreso peruano ha descendido a niveles alarmantes, alcanzando apenas un 7% en 2023 según el Barómetro de las Américas, la necesidad de mejorar la calidad de los parlamentarios se vuelve un imperativo democrático. Este escenario convierte al Perú en el país con el nivel más bajo de confianza en su Congreso entre las 23 naciones de América Latina y el Caribe.
La crisis de representación y sus causas
El Congreso peruano enfrenta múltiples problemas estructurales que afectan su funcionamiento. Un factor clave es la elevada fragmentación política: entre 2021 y 2023, el número de bancadas parlamentarias fluctuó de nueve a doce, con ninguna de las bancadas originales permaneciendo intacta. A esto se suma la inexperiencia legislativa, pues entre 2001 y 2021, apenas el 11.8% de parlamentarios contaba con experiencia previa en el Congreso.
La representatividad también es deficiente. Según análisis recientes, solamente el 41.8% del padrón electoral logró que su votación consiguiera representación parlamentaria, lo que significa que la composición del actual Congreso refleja la voluntad de solo 4 de cada 10 electores.
Se necesita parlamentarios que tengan un compromiso para trascender su espacio tiempo histórico a través de leyes que puedan reducir las brechas en el sector educación, salud, desnutrición y todas las ramas que urgen y demandan solución. Pero no va ser posible si los requisitos son bajos: ser peruano de nacimiento, derecho a sufragio y tener mas de 25 años de edad en el caso de la cámara baja o cámara de diputados, y para ser senador los requisitos no son mas rigurosos, dado que son: ser peruano de nacimiento, derecho a sufragio o tener mínimo 45 años de edad o haber sido congresista.
Lo cual no asegura que los representantes en ambas cámaras, conozcan sobre gestión pública y por mas que tengan 7 asesores sin contar los asesores si es que son presidentes de comisiones especiales y ordinarias no van a poder tener productividad, lo cual se evidencia en los registros de los últimos años en torno a cuantas leyes se han presentado y de las leyes que se han presentado no tienen trascendencia.
Propuestas para transformar el Parlamento peruano
La reciente aprobación del retorno a la bicameralidad en marzo de 2024 marca un hito en la reforma parlamentaria. Las próximas elecciones generales permitirán elegir una Cámara de Diputados con 130 representantes y un Senado con 60 miembros, buscando mejorar la deliberación legislativa.
Expertos coinciden en que la reelección parlamentaria inmediata es fundamental para mejorar la calidad de los congresistas. Esta medida favorece la especialización, genera incentivos para profesionalizar la política y acorta la curva de aprendizaje en el ejercicio de la función parlamentaria.
El fortalecimiento de los partidos políticos es otro pilar esencial. Se requieren reformas legislativas para convertirlos en instituciones sólidas y representativas, mejorando los mecanismos de transparencia y democracia interna. Paralelamente, es necesario perfeccionar la forma de elección de los congresistas, considerando opciones como la eliminación del voto preferencial o la elección a través de distritos uninominales.
Herramientas innovadoras para mejorar la labor legislativa
Otra propuesta relevante es establecer una agenda legislativa coordinada entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo, lo que permitiría superar la improvisación, crear un clima político estable y facilitar el control ciudadano.
Hacia un Congreso más representativo
Algunos especialistas sostienen que la subrepresentación actual tiene su origen en el tamaño insuficiente del Congreso. Aunque impopular, el aumento en el número de legisladores podría resolver las distorsiones en la representación.
La renovación por mitades de la Cámara de Diputados es otra propuesta destacada. Este mecanismo daría al electorado la oportunidad de evaluar la actuación de los partidos políticos a mitad del periodo e intervenir en la priorización de temas en la agenda política, con un impacto positivo en el nivel de confianza institucional.
El reto de mejorar la calidad de los parlamentarios peruanos requiere un abordaje multidimensional que combine reformas estructurales, fortalecimiento institucional y nuevas herramientas que promuevan la excelencia legislativa.