Por Jorge Turpo R.

Los médicos tienen que atender a pacientes en colchonetas y hasta en sillas de plástico. El presidente del Cuerpo Médico, Alexander Aragón, anunció que a través del Frente de Defensa realizarán una protesta en contra del Gobierno Regional.

NOSOCOMIO COLAPSÓ TRAS ACCIDENTE DE BUS

La crisis sanitaria en Camaná ha alcanzado un punto crítico. El viejo hospital de la ciudad se encuentra al borde del colapso y su reemplazo, cuya construcción lleva ocho años, sigue inconcluso.

Frente a esta situación, la población y el cuerpo médico han decidido tomar acciones de protesta para exigir soluciones inmediatas a las autoridades regionales y nacionales.

El presidente del Cuerpo Médico del Hospital de Camaná, Alexander Aragón, denunció las graves carencias con las que trabajan día a día.

«Solo tenemos capacidad para atender a diez pacientes en emergencia, pero cada accidente masivo nos obliga a improvisar en espacios no adecuados. La madrugada de ayer tras el accidente en la vía Costanera, tuvimos que atender a los heridos en colchonetas y sillas comunes. Es indignante», afirmó.

El hospital no solo es insuficiente en infraestructura, sino que también carece de equipos médicos básicos. Esa situación quedó evidenciada ayer tras el accidente de un bus de la empresa Flores que dejó cuatro personas fallecidas y más de 30 heridos.

«No contamos con un equipo de radiografía digital adecuado y el único ecógrafo disponible es usado por ginecología, dejando a otros pacientes sin atención o con la obligación de ser trasladados a Arequipa», explicó Aragón.

El nuevo hospital, que debería aliviar esta situación, sigue inconcluso. «Nos dijeron que el saldo de obra estaría listo en marzo, pero ahora lo postergaron hasta el 18 de abril. Nos preguntamos si esta será la última prórroga o solo otra mentira más», cuestionó el especialista.

INSOSTENIBLE

En cada accidente grave, el hospital queda desbordado. «No podemos seguir trabajando así. Los pacientes merecen una atención digna, no ser atendidos en sillas de plástico o colchonetas en el suelo», agregó Aragón.

Además, mencionó que la falta de ambulancias complica aún más la respuesta ante emergencias.

“Algunos días sólo contamos con una ambulancia. Es una ruleta de la suerte saber si podremos atender un traslado crítico”, comentó.

La crisis hospitalaria también está rodeada de dudas sobre la gestión de equipos y presupuestos.

«Exigimos un informe sobre los equipos biomédicos del nuevo hospital. Hay más de mil unidades, incluyendo camillas, pinzas e instrumental, pero están incompletos. La empresa encargada de ponerlos en operatividad está pidiendo sumas millonarias. ¿Dónde está el control de estos bienes?», reclamó Aragón.

Añadió que en la gestión del exgobernador Elmer Cáceres Llica, durante la pandemia, se trasladaron equipos del hospital de Camaná a Arequipa sin un control claro, lo que podría explicar las actuales irregularidades.

PROTESTA INMINENTE

Frente a esta situación, el Frente Amplio de Defensa de Camaná ha decidido convocar a una protesta para exigir la entrega del hospital y transparencia en la gestión de recursos. «No podemos seguir esperando. La salud de nuestra población está en juego. Vamos a luchar por lo que nos corresponde. Nosotros como médicos no podemos dejar de atender a los pacientes, pero los representantes del Frente harán la protesta exigiendo al Gobierno Regional que atienda nuestras necesidades», dijo Aragón.

Enfatizó que esta protesta es una medida desesperada, ya que seguir trabajando en condiciones precarias pone en riesgo la vida de los pacientes y la seguridad del personal de salud.

«No es una cuestión política ni de capricho, es un llamado de auxilio para que la salud no siga siendo postergada», aseguró.

OBRAS PARALIZADAS

La crisis en Camaná no se limita al sector salud. Diversas instituciones educativas también enfrentan problemas graves de infraestructura y presupuesto.

Los colegios Sebastián Barranca, César Vallejo, Villa Don Jorge y Virgen del Rosario están en situación crítica. El colegio Sebastián Barranca está paralizado desde noviembre debido a problemas con los estudios de suelo, mientras que los otros tres proyectos presentan desfases entre el avance físico y financiero, además de falta de recursos para su culminación.

El Instituto Faustino Franco, por su parte, a pesar de tener su infraestructura terminada, carece del equipamiento necesario para su licenciamiento, dejando a cientos de estudiantes en la incertidumbre.

Los padres de familia también han expresado su preocupación por las demoras en estas obras. «Nuestros hijos estudian en condiciones precarias. No hay salones adecuados y el retraso en las obras los afecta directamente», mencionó un representante de la Asociación de Padres de Familia.

La crisis en Camaná es un reflejo de la deficiente gestión regional en sectores clave como salud y educación. La población está decidida a alzar su voz y exigir respuestas.

Los habitantes de Camaná esperan que esta vez sus reclamos sean escuchados y que las obras prometidas se concreten. «No queremos más promesas, queremos acciones. Ya hemos esperado demasiado», concluyó el doctor Aragón.