Fomentemos una cultura preventiva.

Por Danna Felipe B.

No debemos dejar que algo malo pase para tomar conciencia de cómo estamos actuando con nosotros mismos y los demás. El psicólogo Santos Pantigoso informó que, antes de que pase, las excusas sobran. No hay una cultura preventiva. En cambio, después de que sucede, uno se sorprende de lo que pudo haber evitado.

Explicó que muchas veces hay una disonancia cognitiva, o sea un conflicto mental. Por ejemplo, sé que viajar en un vehículo informal es más peligroso que hacerlo en uno formal. Pero ¿qué pasa? Quiero llegar rápido. Entran en juego nuestras motivaciones particulares.

Asimismo, ponemos excusas a nuestra inacción. «No tengo tiempo, no va a pasar nada». Pero cuando eso malo ya pasó, nos sentimos mucho más empujados a cambiar nuestro comportamiento. Nos damos cuenta de que sí teníamos tiempo, de que sí podía pasar algo.

Y no habla solo a nivel personal. Estoy caminando y chateando con mi celular. Alguien llega de improviso y me lo arrebata. También puedo mostrar más empatía. Nunca he donado sangre. Lamentablemente, un familiar mío sufre un accidente y la necesita. Tomo conciencia de que es importante porque lo he vivido de cerca. Adquiero el hábito de apoyar las distintas campañas. Ya no creo en mitos y sí tengo tiempo.

«Desafortunadamente, las experiencias negativas son impulsoras poderosas de generar conciencia, plantear soluciones y mantenerlas».

Pantigoso Santillana dijo que debemos automotivarnos a buscar un cambio positivo personal y así contribuir a uno de nivel social. No es fácil, más aún si nuestro esquema mental lleva mucho tiempo con nosotros. Pero hay que intentarlo. Buscar el «antes de». Las autoridades deben hacer lo mismo. Más aún cuando sus decisiones tienen impacto en un determinado número de personas. Políticas preventivas.