Crecimiento económico de Arequipa no debería bajar del 3 % este año

Incapacidad en la gestión pública y delincuencia son los principales enemigos del desarrollo. Subempleo aumenta en la región Arequipa.
Por: Adrian Quicaño P.
OPTIMISMO PARA ESTE 2025
El presente año representa muchos retos para la región, uno de los principales es el crecimiento económico. A nivel nacional, Arequipa ha quedado relegada en comparación a las regiones del norte. Sin embargo, este año ha empezado de la mejor manera. El movimiento denotado en el tramo final del 2024 producto de la campaña navideña y las cifras dejadas al terminar la temporada de verano crea buenas expectativas. Según los especialistas el crecimiento de este año no debería bajar del 3 %, podría ser más pero la poca capacidad de las autoridades y la inseguridad son fuertes amenazas a nuestro desarrollo.
Para el economista y director de la escuela de Ingeniería Comercial y Economía de la Universidad Católica de Santa María, David Espinoza, Arequipa está estancada en comparación de la economía nacional, muestra clara de ello es que el subempleo ascendió al 45,4 %. Mientras que a nivel nacional la cifra solo es de solo 36 %.
Según el especialista, sufrimos esa constante merma debido a la migración, somos un polo de desarrollo del sur. Aun con estas limitaciones se espera que el crecimiento económico de la región no disminuya del 3 % teniendo en consideración dos problemas graves.
El primero de ellos es la falta de capacidad de gestión que han mostrado las últimas autoridades. Arequipa siempre ha tenido un desencuentro con los representantes nacionales, pero en los últimos años esto se ha acrecentando y no existe una buena comunicación. Esta situación hace que las grandes inversiones se vayan al norte. En toda la región no existen nuevos megaproyectos y los que hay, están estancados. Todo esto limita el movimiento económico, son miles y miles de empleos que no se generan de manera directa e indirecta. El Gobierno Regional es el principal inversor, pero ha demostrado incapacidad.
La delincuencia es el segundo enemigo, en los últimos seis años los delitos se han duplicado y triplicado en algunos casos. Bandas organizadas y extorsionadoras han desbordado a la Policía. La gente tiene miedo de salir a las calles y los inversionistas miedo de apostar por nuevos negocios, esto hace que el dinero no se mueva. Faltan políticas serias de Estado, tomar decisiones férreas para garantizar la paz interna. Espinoza Riega también recuerda que es año preelectoral y la desestabilización política es un fuerte factor que analizan los inversores extranjeros.
Por su parte, Cesar Medrano, magíster en Economía y coordinador académico de Administración y Finanzas de la Universidad Tecnológica de Perú en Arequipa, señala bien que en nuestro país las expectativas económicas y proyecciones son dadas principalmente por el Banco Central de Reserva y por el Ministerio de Economía y Finanzas. El primero, afortunadamente, ha tenido autonomía, lo que le ha permitido llevar una política monetaria interna que nos ha ayudado a estar bien en comparación con otros países.
Por su parte el Ministerio de Economía obedece más al gobierno de turno, se encarga de ver el gasto público y el financiamiento de obras de envergadura. Aquí se ha puesto más esfuerzo en engrosar los sueldos de todas las instituciones públicas y no se está invirtiendo en infraestructura, vías y saneamiento.
En cuanto a la región, la falta de gasto presupuestal es un gran escollo. Lamentablemente, hemos elegido autoridades que desconocen cómo invertir. El Gobierno Regional y las municipalidades tienen que generar desarrollo, pero eso no se observa. Igualmente, coincide en que nunca hemos sido los engreídos del Gobierno y por tal motivo nuestros representantes tienen una obligación más fuerte. Del mismo modo, el avance de la delincuencia espanta a clientes, comerciantes e inversionistas. Aun con estas dificultades también se anima a pronosticar un crecimiento de un 3.5 % para el presente año.
Un punto importante en el que concuerdan ambos especialistas es que, en el 2024, sí hubo una mejora del gasto público en comparación a otros años, es decir GRA y comunas gastaron en general más dinero de su presupuesto asignado. Sin embargo, este dinero es utilizado en pago de planillas y no en obras de necesidad. El dinero se está yendo en los pagos de gerentes, asesores y demás. No en salud, educación o seguridad.