Morgue no entrega cadáveres por falta de personal debido al feriado

LARGAS COLAS DESDE EL LUNES

Falta de personal en Medicina Legal impide entrega de cadáveres de asesinados y fallecidos por enfermedad; deudos duermen en la calle esperando respuesta de parte del Ministerio Público.

La pérdida de un ser querido se ha convertido en un drama aún mayor para al menos 10 familias que, desde hace varios días, no pueden retirar los cuerpos de sus familiares de la morgue central de Arequipa. La causa, denuncian, es la falta de personal administrativo y técnico en el Instituto de Medicina Legal durante el feriado largo.

Desde el lunes, decenas de deudos permanecen en los exteriores de la morgue, algunos durmiendo en el piso y soportando el frío, sin que se les informe con claridad cuándo podrán culminar los trámites. Los familiares aseguran que la mayoría del personal habría tomado el feriado, dejando solo atención mínima y retrasando la entrega de cuerpos.

Entre ellos se encuentra Roxana Nancy Supo, madre de Gianfranco Quiñones Alcobendas, un joven de 19 años asesinado a balazos en el distrito de Chala. Ella viajó desde esa localidad costera para retirar el cuerpo de su hijo, que ingresó a la morgue el lunes 8 de diciembre, pero hasta ahora no logra hacerlo por falta de personal.

No atienden en la morgue por falta de personal.

Según su testimonio, Gianfranco acudió a una discoteca y luego se dirigió a una zona conocida como “la pampa”, donde fue atacado por un sujeto encapuchado a bordo de una moto. La madre refiere que su hijo habría recibido hasta 15 disparos, en un crimen que atribuye a la presencia de bandas criminales en Chala, donde “matan y no pasa nada”.

Roxana denuncia que, pese a que la Fiscalía le informó que el cuerpo podría ser entregado primero a las 18:00, luego a las 20:00 horas, los plazos nunca se cumplieron. “Mi hijo está botado, tirado horas y horas, y nos dicen que no hay técnico para firmar un documento”, lamentó, entre lágrimas, mientras pide justicia y una entrega inmediata del cadáver.

Otro caso es el de Julia Portugal Chuquitaype, hermana de Humberto Portugal, quien murió tras un violento enfrentamiento en la asociación de vivienda Los Ángeles, en el cono norte de Arequipa. El padre de familia, de la provincia de La Unión, fue atacado por un grupo de sujetos armados con palos y perdigones que intentaban ocupar terrenos en la zona.

De acuerdo con el relato de Julia, su hermano intentó defender a sus vecinos y no logró huir por una antigua lesión en la pierna. Fue golpeado brutalmente y le “reventaron la cabeza” delante de su hijo de cinco años, quien presenció toda la agresión. Humberto fue trasladado al hospital Honorio Delgado, donde finalmente falleció por la gravedad de las lesiones.

Julia explica que la familia fue citada a la morgue para las 10:00 o 10:30 de la mañana, pero al llegar comprobó que otros deudos llevaban esperando dos o tres días. Ella teme que su caso se prolongue de la misma forma, mientras sus padres viajan desde La Unión y sus recursos económicos se agotan en espera de la entrega del cuerpo.

Soledad Tadeo reclama entrega del cuerpo de su familiar.

En la misma situación se encuentra Soledad Tadeo Vilchez, hermana de Anthony Quincho Vilchez, un joven de 25 años oriundo de Huancayo que trabajaba en una mina de la zona de Nazca. Según la versión de la familia, Anthony habría sido agredido brutalmente por la expareja de su enamorada, quien lo golpeó en la cabeza hasta causarle la muerte.

El presunto agresor se encuentra detenido y, de acuerdo con Soledad, la Fiscalía de Nazca necesita con urgencia el resultado de la necropsia para sustentar el pedido de prisión preventiva. Sin embargo, pese a que ella llegó a Arequipa desde el domingo y permanece en la morgue desde las tres de la mañana, aún no recibe el informe ni el cuerpo de su hermano para trasladarlo a Huancayo.

El drama también alcanza a familias de otros departamentos. Wilfredo Condori Condori espera retirar el cuerpo de su esposa, Genoveva Lanoca Umpire, de 38 años, fallecida por complicaciones de diabetes y artritis en el Hospital Goyeneche. Ellos son de Huancané, en la región Puno, y llegaron a Arequipa para el tratamiento, pero falleció debido a su delicado estado de salud, pero se encuentran atrapados en una cadena de postergaciones.

Wilfredo relata que su esposa ingresó a la morgue el lunes a las 11 de la mañana y desde entonces les han cambiado varias veces la hora de entrega: primero a las 20:00 del mismo día, luego al día siguiente por la mañana, después al mediodía y más tarde a las 15:00 horas. “Nos están peloteando con el cuento del feriado; somos de lejos y solo queremos darle sepultura”, reclama.

Los familiares coinciden en que el argumento recurrente del Instituto de Medicina Legal es que “no hay personal”. Se les informa que solo habría un médico de turno y ningún técnico disponible para completar los trámites, revisar documentos o firmar las actas necesarias para la salida de los cuerpos, lo que paraliza todo el proceso.

Familiares desesperados denuncian mala atención en la morgue,

La situación no solo prolonga el dolor, sino que también genera un impacto económico considerable para las familias, que deben costear viajes, alimentación y alojamiento mientras esperan una respuesta. En algunos casos, como el de Soledad y Julia, la mayor parte de la familia permanece en sus lugares de origen, esperando el traslado del cuerpo para el velorio y entierro.

Frente a este escenario, los deudos han pedido la intervención urgente del Ministerio Público y de las autoridades del sistema forense para garantizar un servicio mínimo continuo, incluso en feriados, y evitar que la morgue central de Arequipa vuelva a convertirse en un cuello de botella. Reclaman protocolos claros para la entrega de cadáveres y guardias efectivas en días no laborables. (PR)

Mientras tanto, entre el dolor por las muertes violentas y las enfermedades que les arrebataron a sus familiares, estas familias siguen soportando largas horas de espera y trámites inconclusos. En la puerta de la morgue central de Arequipa, su exigencia es la misma: justicia, dignidad y una despedida oportuna para sus seres queridos.

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