Casos de VIH en Arequipa se incrementaron en 2025
Por: Danna Felipe B.
Falta de prevención generó más casos de VIH. Las prácticas sexuales irresponsables y la falta de temor a las ETS agravan el problema.
4 MIL PERSONAS RECIBEN TRATAMIENTO
Los casos de VIH en Arequipa muestran una preocupante tendencia al alza. De acuerdo con los registros de la Gerencia Regional de Salud (Geresa), en 2021 se notificaron 231 nuevos diagnósticos, mientras que el año pasado la cifra ascendió a 325. Este incremento, lejos de detenerse, apunta a continuar en 2025. Así lo advierte la coordinadora de ITS y VIH/Sida de la Geresa, obstetra Ydelsa Delgado Luna, quien señala que la relajación en las prácticas sexuales y la falta de percepción del riesgo están entre las principales causas de este repunte.
“Estamos observando un incremento sostenido en los casos. Las personas han perdido el miedo a las enfermedades de transmisión sexual (ETS) y eso se refleja en las cifras. Cada año, los registros van en aumento”, afirma Delgado Luna.
La especialista explica que, en los últimos años, se ha vuelto más frecuente mantener relaciones sexuales con distintas personas sin protección. “Antes, cuando hacíamos campañas de tamizaje en universidades o espacios públicos, no era común detectar casos positivos entre jóvenes. Hoy sí los encontramos con mayor frecuencia. Hay una sensación de confianza equivocada que está generando un problema serio”, lamenta.
JÓVENES, EL GRUPO MÁS AFECTADO
Según los reportes del programa de ITS y VIH/Sida, la mayor concentración de casos se da en personas entre 20 y 34 años, es decir, jóvenes y adultos jóvenes en plena etapa de actividad sexual. “Son hombres y mujeres sin pareja estable, con múltiples relaciones sexuales, lo que aumenta la posibilidad de contraer una infección”, precisa Delgado Luna.
Aunque la mayoría de los casos se registra en varones, cada vez más mujeres jóvenes también resultan diagnosticadas. La tendencia preocupa, sobre todo porque muchas personas desconocen su estado serológico. “Una persona puede vivir varios años sin saber que tiene VIH. Cuando finalmente se detecta, la enfermedad ya está avanzada y el tratamiento se vuelve más complejo”, explica.
Actualmente, alrededor de 4,000 personas reciben tratamiento por VIH en los establecimientos del Ministerio de Salud en Arequipa. Hace quince años, eran aproximadamente 2,500. La cifra no incluye a los pacientes atendidos en EsSalud ni en clínicas privadas, donde —según Delgado Luna— persiste el problema del subreporte. “No todos los centros privados informan sus diagnósticos a la Geresa, lo que impide tener una cifra real del total de casos en la región”, detalla.
Los hospitales que brindan atención especializada a personas con VIH son el Honorio Delgado Espinoza, el Goyeneche, el Hospital de Camaná, el Hospital de Aplao y el Hospital Alto Inclán de Mollendo. En ellos se ofrece diagnóstico, tratamiento antirretroviral y consejería psicológica.

EL IMPACTO DE LA PANDEMIA.
El descenso de casos reportados en 2020 —cuando se registraron solo 152 diagnósticos nuevos— no significó una disminución real de la enfermedad. “Durante la pandemia, el número de pruebas de tamizaje se redujo drásticamente. La gente no acudía a los establecimientos por temor al contagio del COVID-19, y muchas campañas quedaron suspendidas”, aclara Delgado Luna.
Con el levantamiento de las restricciones sanitarias, el diagnóstico volvió a crecer. En 2021 y 2022 se recuperó parte del ritmo de detección, pero no fue hasta 2023 que los equipos de salud retomaron plenamente las estrategias de búsqueda activa. “La mayoría de casos que registramos provienen de nuestras campañas, donde invitamos a personas aparentemente sanas a realizarse la prueba. Es decir, no esperan a tener síntomas, sino que acceden al tamizaje preventivo”, señala la obstetra.
Este enfoque es clave para romper la cadena de transmisión. Cuanto antes se detecta el virus, más rápido puede iniciarse el tratamiento antirretroviral, que permite controlar la carga viral y mejorar la calidad de vida del paciente. Además, una persona con carga viral indetectable no transmite el virus a otros, lo que constituye una herramienta poderosa en la lucha contra el VIH.
UN ENEMIGO SILENCIOSO
El VIH (virus de inmunodeficiencia humana) continúa siendo uno de los principales desafíos de salud pública en el mundo. En el Perú, según cifras del Ministerio de Salud, se notifican cada año entre 6,000 y 7,000 nuevos casos. En Arequipa, la prevalencia se mantiene por encima del promedio nacional, lo que obliga a reforzar la prevención, especialmente entre los jóvenes.
Delgado Luna recuerda que el VIH no se transmite solo por vía sexual. También puede contagiarse por el uso compartido de jeringas, transfusiones de sangre no controladas o de madre a hijo durante el embarazo y la lactancia. Sin embargo, el 95% de los casos en la región se relaciona con prácticas sexuales sin protección. “El problema no es tener una vida sexual activa, sino no hacerlo de manera responsable”, enfatiza.
Uno de los mitos más extendidos es que el VIH se asocia únicamente con grupos de riesgo específicos, como hombres que tienen sexo con hombres. “Hoy eso no es cierto. La transmisión se da en cualquier grupo, sin distinción de orientación sexual ni condición social. Por eso insistimos en la educación sexual y en el uso del preservativo como medida de protección universal”, puntualiza.
FALTA DE EDUCACIÓN Y PERCEPCIÓN DE RIESGO
La funcionaria considera que el repunte de casos está directamente vinculado con la escasa educación sexual en colegios y universidades. “Todavía hay tabúes que impiden hablar abiertamente de estos temas. Muchos jóvenes no saben cómo se transmite el VIH ni cómo protegerse. Otros creen que con usar métodos anticonceptivos ya están seguros, pero olvidan que solo el condón protege de las infecciones”, advierte.
De hecho, uno de los hallazgos más preocupantes en las campañas de salud sexual es que gran parte de los jóvenes utiliza preservativos solo para evitar embarazos no deseados. “Existe más miedo a convertirse en padres que a contraer una enfermedad. Esa percepción errónea es peligrosa”, agrega.
Por ello, desde la Geresa se promueven campañas de sensibilización y pruebas gratuitas de descarte. Cada mes, los equipos de salud visitan universidades, discotecas y plazas públicas ofreciendo tamizajes confidenciales. La aceptación ha ido en aumento, aunque aún no alcanza los niveles deseados.

“Queremos que la prueba sea vista como algo normal, como parte del autocuidado, no como un motivo de vergüenza”, sostiene Delgado Luna.
UN LLAMADO A LA RESPONSABILIDAD
El mensaje final de la especialista es claro: la sexualidad no debe ser satanizada, pero sí asumida con responsabilidad.
“Cada persona tiene derecho a decidir sobre su vida sexual, pero también tiene el deber de protegerse y cuidar a los demás. El VIH no discrimina y no se cura, pero puede prevenirse con medidas simples”, recalca.
En ese sentido, el uso del preservativo sigue siendo el método más eficaz y accesible de doble protección: evita embarazos no planificados y reduce drásticamente el riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual. “El condón masculino o femenino, cuando se usa correctamente, es la herramienta más segura. Lo que falta es educación y compromiso personal”, concluye.
Mientras las cifras continúan en ascenso, Arequipa enfrenta el reto de reforzar la prevención, ampliar el acceso a pruebas de descarte y garantizar la continuidad de los tratamientos. La lucha contra el VIH no se libra solo en los hospitales, sino también en la conciencia de cada ciudadano.
