En Arequipa impulsan proyectos de generación de energía valorizados en USD 1300 millones
Por Erika Romero Díaz
Director ejecutivo de Videnza y exministro de Economía, Miguel Castilla Rubio asegura que la región tiene recursos para progresar económicamente, pero los gestores son timoratos, hay mucha volatilidad y eso no permite acelerar el desarrollo de un departamento que tiene todo para salir adelante.
EN FORO ENERGÉTICO TRATARÁN SOBRE BONDADES DE REGIÓN
Arequipa tiene el retraso económico que tiene, porque no hay voluntad política de parte del Gobierno Regional ni mucho menos del Ejecutivo. El exministro de Economía y director ejecutivo de Videnza, Miguel Castilla Rubio señala que se tiene Majes-Siguas, Tía María y proyectos privados de generación de energía que alcanzan los USD 1300 millones, además del turismo. Solo en Arequipa la calidad de energía solar es 30 % más potente que la registrada en otros lugares del mundo. Lamentablemente eso se desaprovecha.
A todo eso se aúna que los proyectos de electromovilidad requieren de cobre y la región tiene el mineral que los demás países necesitan para transitar al uso de energías no contaminantes.
Castilla llegará a la ciudad esta semana para participar de un foro energético en el que este departamento del sur peruano tiene significativas ventajas.
¿Cuáles son las fuentes energéticas del Perú?
-Tiene principalmente una matriz energética bastante limpia. Un 45% es hidroenergía, otro 45% es termoenergía, que viene básicamente del gas natural y el resto son las energías renovables no convencionales, la solar, eólica. Si comparamos con otros países, nuestra matriz es bastante limpia porque las fuentes de emisión de efectos de gases invernadero en el Perú son muy distintas a lo que ocurre en el mundo donde, por ejemplo, la matriz eléctrica es la principal responsable de las emisiones de dióxido de carbono que es de 30%. Mientras que en Perú la matriz energética representa menos de la mitad del porcentaje citado. Y si nos enfocamos en la electricidad en el país representa el 7%. Las fuentes de emisión en el Perú son, básicamente, las que se asocian al uso de la tierra, a la agricultura y al transporte público a diferencia del mundo donde, principalmente, entre la electricidad y el transporte representan casi la mitad de las emisiones.
Lo importante es plantear el desarrollo de una política energética que compatibilice 3 objetivos. Por un lado, cumplir con los objetivos de sostenibilidad ambiental, accesibilidad y competitividad y que la energía sea segura, es decir que no sea propensa a apagones o racionamientos.
La propuesta que vamos a presentar tiene que ver en cómo logramos una transición energética ordenada a la peruana y que potencie todos los activos naturales que tenemos y más allá de eso, la minería tiene un rol importante en la transición energética. Arequipa es una región que tiene una importancia minera muy grande, el 30 % de su producción o más proviene del sector de la minero, eso nos pone también en una oportunidad de abastecer al mundo del cobre para transitar hacia la electromovilidad que es intensiva. Entonces hay una doble oportunidad, por el lado energético y por el lado de provisión de cobre al mundo y eso puede impulsar el desarrollo no solo de Arequipa, del Perú.
¿La política energética que tiene el país va de la mano con las nuevas circunstancias que el tiempo exige?
-No, mire. Lo que tenemos ahora es que se ha desordenado un poco la política energética en el país. Si analizamos los subsidios que se otorgan en el tema energético, se subsidia simultáneamente el consumo del GLP a través del fondo de estabilización de los precios de combustibles, al transporte público que utiliza el diésel, se subsidia al gas natural vehicular, se quiere subsidiar a la electromovilidad hay un proyecto en el Congreso y se pretende subsidiar a las energías renovables no convencionales a través de la prima RER que se carga a la tarifa eléctrica. Todo lo que le he comentado lo que hace es que no todo, necesariamente, sea consistente y nos hace falta una política mucho más clara de no necesariamente subsidiar aquello que no requiere un subsidio, pero sí focalizar aquello que sin el subsidio público va hacer muy difícil conseguir, como puede ser ampliar la masificación del gas para consumo residencial. Nos hace falta políticas mucho más claras que hagan uso racional de los subsidios porque eso puede producir distorsiones en costos. Solo por mencionar, la prima RER se utiliza para subsidiar proyectos de privados de energía renovable no convencional hasta la fecha en los últimos años se han subsidiado por más de USD 2 mil millones, solamente a través de subsidios cruzados a la tarifa de electricidad. Entonces es importante ordenar esa política de subsidios y asegurar de que el gobierno no esté subsidiando todo a la vez, porque no hace ningún sentido y más bien lo que se requiere es impulsar una oferta que sea eficiente, sostenible, segura y accesible a todos los peruanos.
¿Arequipa puede ser una fuente de energía renovable?
-Arequipa puede ser una fuente de energía renovable porque la producción de energía solar es 30 % más potente de lo que es el patrón mundial. Existen importantes proyectos para aumentar la energía solar y por más o menos de USD 1300 millones en las provincias de Camaná, Islay que pueden, efectivamente, contribuir a una energía mucho más limpia, pero también a suplir las necesidades del sector minero y agregar valor a nuestro país y desarrollo. Ahí hay una oportunidad en tanto tengamos políticas un poco más predecibles y más consistentes, entre sí.
¿Esos proyectos son netamente privados y no estatales?
-Son 100% privadas.
¿Por qué el Estado no promueve la producción de energía eólica, solar? ¿Es porque la tecnología es costosa?
-El precio de la tecnología ha ido disminuyendo y eso podría viabilizar distintas opciones. Los costos se han venido reduciendo, por ejemplo, para la energía eólica se redujo en los últimos 10 años en un 72%. Estas energías son cada vez más competitivas. Las empresas públicas no han estado incursionando en esas iniciativas porque el privado puede participar sin la necesidad que haya subsidio público, además pueden ocurrir algunas contingencias que la empresa pública no pueda asumirlas y es mejor que lo haga el privado a todo riesgo y a su vez propiciar el uso del gas natural que también es una fuente de energía para transporte y el uso domiciliario.
¿Por qué no ha ocurrido la ansiada masificación del gas natural en el sur?
-El gas llega a Lima porque hay transporte y hay una demanda porque es el principal mercado donde está el 40% de producción del país. Es un tema de demanda que debe justificar la construcción de los ductos para transportar el gas de Camisea hacia el sur del país. Entonces si no hay una red principal o una demanda muy grande. ¿Qué se hace al respecto? Una posibilidad es otorgar una garantía de red principal como se hizo con Camisea, vale decir subsidio a la demanda, también se ha considerado construir un ducto que vaya por la costa que una Pisco con la zona de Marcona, hay otros proyectos como el gasoducto del sur que está paralizado por problemas judiciales. El problema es quién paga la infraestructura.
El sector minero en Arequipa puede ayudar porque es el principal consumidor de energía en la región. De hecho, del consumo total de energía en Arequipa, el 80% es del sector minero, es el principal cliente.
Entonces a medida que se van desarrollando nuevos proyectos mineros habrá aumento de demanda y viabiliza la oferta y se demandaría un menor nivel de cofinanciamiento u optar por lo que el gobierno planteó, y el Congreso está modificando, que es nivelar la tarifa al igual que en Lima en todo el país, de manera que el costo sea el mismo para todos y que se utilice esos subsidios cruzados para poner la diferencia entre lo que el mercado pueda demandar y el extra que se requiere para viabilizar la construcción de la infraestructura. No ha habido país que logre la masificación del gas sin la participación del sector público.
Una solución podría ser que se activen los proyectos mineros Zafranal, Tía María y al requerir más energía se facilita la habilitación de la infraestructura.
Cosa complicada, un sector de la población no quiere ni oír de Tía María y el Ejecutivo no hace mucho por generar las condiciones.
-Ahí por ejemplo se trata de un proyecto que ha cumplido con todos los requisitos y por un tema netamente político se paralizó. Pero en el caso de Tía María, la razón por la cual no se ejecuta es porque hay un pedido de parte de la población y la zona de influencia de abastecer la necesidad de agua. La empresa que es titular del proyecto ha ofrecido construir un reservorio de agua que abastezca tanto al consumo humano, irrigacional, pero requiere tener algún tipo de garantía de que no habrá problemas para que su proyecto minero continúe. Dado que hemos tenido tanta debilidad a nivel del Ejecutivo e incluso en la propia Arequipa, con los problemas que ha tenido con los gobernadores regionales que han acabado mal, hay una falta de voluntad política de abordar ese proyecto. Ahí falta que alguien se la juegue, que haya voluntad política y eso no está ocurriendo. Zafranal es un proyecto de menor envergadura que se ha destrabado y Tía María tendría un efecto psicológico.
El ministro de Energía y Minas, Rómulo Mucho dijo que Tía María operaría. ¿Cree que este gobierno siga por ese camino?
-Este gobierno es débil y tiene mucho temor a generar conflictividad. Entonces eso limita sus márgenes de acción. Tía María es un proyecto emblemático y difícil. Lo que se debe hacer es avanzar con la construcción de la represa de agua, pero eso requiere de un liderazgo que sea capaz de afrontar riesgos. Se requiere pantalones y eso no está habiendo en nuestro país. El Gobierno Regional también tiene un rol importante y no permanecer pasivo, expectante. Porque hay muchos proyectos que no se dan por falta de decisión política, por temor de tener conflictos con sectores minoritarios.
MOTORES DE LA ECONOMÍA
Imagine que la economía peruana es representada por un auto. El exministro Castilla nos señala que las llantas del vehículo no se mueven como debieran, pero una de ellas, ha seguido dando vueltas. Se trata de la minería que es la que ha pagado la olla, en especial el año pasado, porque sin ella la recesión hubiese sido una más pronunciada de -2% y no de -0.6%. Nos salvó el proyecto Quellaveco (Moquegua).
Las otras 3 llantas se mueven muy lento, por ejemplo, el sector agroindustrial tiene proyectos que se están destrabando poco a poco, Chavimochic y a paso lento Majes-Siguas II.
Los proyectos de infraestructura, con una brecha de aproximadamente más de 300 millones de soles, están con problemas de retrasos, corrupción, obras paralizadas. La demanda interna y el consumo no creció el año pasado y eso trajo problemas en el sector de comercio, servicios, ventas. El turismo no se recupera.
“Estamos yendo a una velocidad muy baja, el motor se nos apaga, se enciende, pero no con la constancia que se requiere. Se necesita mayor estabilidad, que los políticos se la jueguen por los proyectos emblemáticos. Potencial hay, falta diligencia, un plan claro y capacidad de ejecución. El sector público debe generar las condiciones para que el privado empiece a trabajar con normalidad”, dijo Miguel Castilla.