Incertidumbre sobre la inflación en el Perú
Por: Martín Taype – El Montonero

En los últimos meses, el aumento del costo de vida se ha consolidado como uno de los principales problemas que afecta a las familias peruanas. Según cifras del INEI, la inflación interanual pasó del 2.94% en marzo de 2021 al 7.45% en marzo de este año, la tasa más alta desde 1998. Las razones detrás de este incremento serían el aumento en los precios de los productos con alto contenido importado y de los combustibles, así como la depreciación del sol. Así fue señalado en el Semanario 1117 por Comex Perú en su página web.

Según la citada publicación, y de acuerdo con el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), el significativo aumento de los precios internacionales de la energía y los alimentos, desde la segunda mitad el año pasado, acentuados por los conflictos internacionales, ha generado un incremento en las tasas de inflación a nivel global en magnitudes no vistas, tanto en las economías avanzadas como en los países de la región.

Asimismo, el impacto de la inflación no es igual para todos y ello se evidencia a través del incremento de precios en las principales ciudades del país. Mientras que, a nivel nacional, la inflación a 12 meses de marzo alcanzó el 7.45%, 21 ciudades registran tasas superiores; y peor aún, en siete ciudades la inflación interanual superó el 10%. Estas son Moquegua (12.5%), Chachapoyas (12.5%), Huaraz (11.7%), Chiclayo (11%), Puerto Maldonado (10.6%), Pucallpa (10.3%) y Chimbote (10.1%). Cabe destacar que esta gran diferencia con el promedio nacional se explicaría porque la inflación registrada para Lima Metropolitana ascendió al 6.8% y, debido a la importancia de esta ciudad en el gasto total, hay un sesgo del promedio hacia abajo.

Definitivamente el golpe de la pandemia ha sido muy duro en la economía peruana. Incluso los pronósticos de inflación no se cumplirán, será más alta, golpeando sin piedad a todos los peruanos, en especial a las familias de menores recursos. La pandemia aún no ha concluido, y hay alto riesgo de un rebrote con la variante XE, por lo que sería irresponsable la flexibilización de los protocolos de bioseguridad y el retorno a las labores presenciales. Además el trabajo remoto ha demostrado su eficiencia y eficacia, por lo que debe mantenerse en todas las actividades que sea posible.

A ello hay que sumar el aspecto geopolítico, donde las tensiones militares entre Estados Unidos y sus aliados de la OTAN, frente a Rusia, China, Irán, Corea del Norte y sus aliados va escalando peligrosamente, lo cual podría desencadenar en un conflicto global de irreparables consecuencias. Tengamos presente que la mayoría de los países citados y sus aliados enfrentados a EE.UU. y la OTAN, son los mayores productores de cereales, fertilizantes, gas y petróleo del mundo así como los mayores socios comerciales de la mayoría de países de América Latina y el Caribe, como el nuestro. Una interrupción del comercio con ellos golpearía los pronósticos de crecimiento de nuestro país este año, y desencadenaría una fuerte inflación, ya que los precios internacionales de estos productos se han disparado y parece que no se estabilizarán en el corto plazo.

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