Arequipa mantiene problemas limítrofes con las regiones de Cusco y Moquegua
Por: Germán Yuca Ch.
La región Arequipa tiene actualmente tres conflictos interregionales activos. Aunque todos llevan más de 10 años latentes, de momento solo se iniciaron acciones para definir los límites con Ica. En tanto, los conflictos limítrofes con Cusco y Moquegua parecen haber llegado a ‘punto muerto’. Razón por la que desde los gobiernos regionales de estas jurisdicciones esperan la intervención de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) antes de la posible activación de conflictos sociales.
MÁS DE 10 AÑOS SIN SOLUCIÓN
El pasado 17 de mayo, el Gobierno Regional de Arequipa (GRA) informó sobre la firma de un convenio para definir los límites fronterizos con la región Ica y con la asistencia de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM). El acta de acuerdo representa un documento irretractable e inimpugnable para fijar los límites basándose en la Cartografía Básica Oficial del Instituto Geográfico Nacional. Tras ello, hay otros dos conflictos interregionales –con Cusco y Moquegua– a la espera de una solución.
CONFLICTO CON CUSCO
El 3 de diciembre del 2020, el Congreso declaró de interés nacional y de necesidad pública la creación del distrito de Pulpera Condes en la provincia cusqueña de Chumbivilcas. Esta acción reactivó el conflicto interregional con Cusco, puesto que los terrenos destinados para dicha jurisdicción incluían 14 hectáreas del distrito de Cayarani, ubicado en la provincia arequipeña de Condesuyos.
Sin embargo, desde el Gobierno Regional de Cusco consideran que la comunidad campesina arequipeña estaría invadiendo territorio de Chumbivilcas.
«Nosotros [Cusco] tenemos una comunidad campesina de Cayarani dentro del territorio chumbivilcano y nosotros los respetamos. Bajo esa lógica, pedimos que se respete nuestro territorio de Pulpera Condes donde hay un conflicto limítrofe que se ha agudizado durante los últimos años. (…) Desde la creación de los distritos y provincias se arrastra el problema de indefinición de límites entre Cusco y Arequipa. Tenemos que lograr acuerdos a nivel de Gobierno Central», declaró el gobernador regional de Cusco, Werner Salcedo Álvarez.
Desde el Gore Cusco consideran que además del consenso entre gobernadores regionales, hace falta autoridades comunales, distritales y provinciales. Razón por la que –en líneas generales– solo la intervención de la PCM podría ayudar a encontrar una solución a este conflicto interregional que tiene más de 12 años latente.
CONFLICTO CON MOQUEGUA
En tanto, Arequipa tiene activos tres puntos de conflictos limítrofes con la región Moquegua: Chilata, Talamolle, Salinas Moche y Salinas Chiviria. En ese sentido, el Gobierno Regional de Moquegua convocó a mesas de diálogo para buscar una solución. Aunque estas se realizan mensualmente desde hace un año, no se ha llegado a ningún punto de entendimiento. Razón por la que se resaltó la necesidad de intervención de la PCM, tal como participa en solucionar los conflictos limítrofes de Moquegua con Puno.
«Actualmente hay una disposición para que las gerencias y direcciones regionales de Agricultura usen procesos de geo referenciación para solucionar los conflictos limítrofes entre Moquegua y Arequipa. Aunque seguramente tendremos que pedir asistencia de la PCM en aquellos puntos donde no hayan coincidencias y no lleguemos a un acuerdo», sostuvo la gobernadora regional de Moquegua, Gilia Gutiérrez Ayala.
Ante los antecedentes de agresiones físicas entre pobladores vecinos, desde los gobiernos regionales de Moquegua y Arequipa promovieron un acuerdo mutuo para que las comunidades campesinas no incurran en hostigamientos ni enfrentamientos, mientras se realicen las mesas técnicas de trabajo. Al punto de que hay acuerdos suscritos y de estricto cumplimiento. Razón por la que se espera que se pueda obtener una solución a corto plazo y se solicite la intervención de la PCM para finalizar un conflicto de más de 30 años.
Aunque los canales de diálogo entre autoridades permanecen activos, ha quedado en evidencia que ya no es posible lograr consensos acerca de las áreas en disputa. Más aún, porque desde los gobiernos de Cusco y Moquegua defienden su propia delimitación. Razón por la que urge que la PCM efectúe acciones de respuesta para encontrar una solución a problemáticas que podrían originar conflictos sociales si continúan abandonándose en el tiempo.