PERÚ COMPETITIVIDAD
Por: David Tuesta, presidente del Consejo Privado de Competitividad
Y de pronto crecemos
El desempeño del Producto Bruto Interno (PBI) en los últimos dos meses ha generado una “levantada de ceja” de sorpresa entre los analistas económicos y los actores del mercado. Todos esperaban un rebote estadístico, pero las cifras han superado el consenso. De hecho, el crecimiento interanual de 5,0% en mayo fue mayor al 4,4% de la encuesta de Bloomberg a los principales analistas. Este repunte ha sido impulsado tanto por el crecimiento de los sectores primarios como por una recuperación en los sectores no primarios, destacando un entorno de mejora en las expectativas empresariales según las encuestas del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP).
La contribución del sector pesca ha sido significativa, con un crecimiento interanual de 329,2% en mayo que impulso al crecimiento del sector de manufactura primaria (76,5%). Igualmente, el sector construcción mostró una aceleración del 2,3% en marzo-abril a un 5,5% en mayo, principalmente impulsado por un mayor dinamismo inversor.
Mirando hacia adelante, es bueno recoger las mejoras en las expectativas de acuerdo a las encuestas del Banco Central donde los principales agentes del mercado perciben un entorno económico más favorable para el crecimiento y la inversión. Los anuncios de nuevas inversiones, como los proyectos de Tía María que iniciaría su construcción pronto así como la entrada en funcionamiento del Puerto de Chancay, junto con otros proyectos pronto a desarrollarse, dan pie a un mayor fortalecimiento del crecimiento.
Junto con lo anterior, no debe pasarse por alto el buen nivel que ha alcanzado el precio del cobre, con altas probabilidades de mantenerse en niveles elevados durante este y el próximo año. Este metal ha experimentado un crecimiento interanual de cerca del 10% y más de 20% respecto al 2022. Y si todo lo anterior no son ya buenas noticias, hay que tomar nota de la mayor liquidez que entrará a la economía peruana derivada del séptimo retiro de los fondos de pensiones (AFP), que representa cerca del 3,0% del PBI.
Con estos factores en juego, es plausible que el crecimiento del PBI para el 2024 supere la proyección de crecimiento del Central, que proyecta un crecimiento del 3,1%. Dada la combinación de un entorno de inversión favorable, mayor liquidez y una mejora en las expectativas empresariales, no sería sorprendente que el crecimiento del PBI al finalizar el año alcance o incluso supere el 3,5%. No obstante, uno de los riesgos que siempre nos puede jugar una mala pasada es nuestra debilidad institucional. La irresponsabilidad que ha tenido el Congreso de la República aprobando leyes populistas es una amenaza constante a la estabilidad económica.
Parafraseando a Gabriel García Márquez que en Cien años de soledad decía que “el secreto de una buena vejez no es otra cosa que un pacto honrado con la soledad», de forma similar podríamos decir que “el secreto de un crecimiento sostenible radica en un pacto honrado con las inversiones y la confianza en nuestro potencial”. Que las expectativas de mayor crecimiento se hagan viables dependerán fundamentalmente de lograr ese pacto.