La inversión minera: ¿hay más que festejar en Arequipa? 

Por: Naomi Rodríguez – Analista de Videnza Instituto

VIDENZA INFORMA

La semana pasada, Arequipa celebró su 484 aniversario y con ella, un orgullo que está lleno de arquitectura, cultura y gastronomía. Sin embargo, estas cualidades no son las únicas que atraen turistas e inversiones. Arequipa trasciende en la actividad económica, pues -después de Lima- es la segunda región con mayor índice de participación en el PBI nacional (6%). A nivel económico, la minería es la actividad más importante de Arequipa, pues al 2023 representa el 33% de su producción, la mayor contribución post pandemia en la región. En ese sentido, vale la pena cuestionarnos. ¿Qué significa para Arequipa ser una región minera?  

Además de celebrar un nuevo aniversario, Arequipa celebró el lanzamiento de Perumin 37 y con ello una historia minera que recorre logros. Desde 2001 a la actualidad, la participación minera en la producción de Arequipa ha crecido significativamente, pasando del 5% en 2001 al 36% en 2016, y desde entonces ha superado el 30% (pese a la crisis del COVID-19).  Asimismo, Arequipa se ha posicionado en el segundo lugar por ser el mayor destino de transferencias (S/ 8698 millones) e inversiones acumuladas (US$ 6719 millones) del 2014 al 2023.   Actualmente, Arequipa tiene más que festejar, pues el último boletín minero -a junio de este año- resalta la jerarquía del departamento dentro del sector. En principio, es la segunda región con mayor canon (S/ 954 millones), superando el canon recolectado en 2023 (858 millones); la tercera con mayor inversión minera ejecutada (US$ 225 millones), casi un 25% más que el 2023. Por último, en cuanto a la contribución por sus principales metales, el departamento destaca su mayor producción de cobre en el país (17,4%), solo superada por Áncash y Moquegua, los cuales se ubican en 17,8% y 18%, respectivamente. Además, logró el segundo lugar en la producción de oro con una contribución 3.2% mayor al 2023.  

Indiscutiblemente, los datos previos muestran que la actividad minera es inherente a un crecimiento económico, pero una minería que mejore la calidad de vida de las comunidades locales y que contribuya al desarrollo económico y social, es más necesaria. Como la literatura menciona, el canon minero posee diversos canales para transmitir bienestar en la región, como el retorno de actividades económicas y oportunidades laborales que terminan generando mayores ingresos y accesos a servicios básicos. De forma práctica, podemos mencionar a la creación de empleo, la cual oscila en 33 mil trabajadores en junio 2024. Del mismo modo, el impacto del canon en la pobreza no es menor, si se observa la dinámica de esta, Arequipa pasó de una incidencia del 44% en 2001 al 14% en 2023.  

Sin duda, la actividad minera debe hacer orgullosa a Arequipa, pero aún hay retos que necesita enfrentar para hacerla más grande. Dentro de estos destaca la minería ilegal que del 2021 al 2023, se ha traducido en la muerte de 85 mineros artesanales informales e ilegales por falta de fiscalización minera. Por esto, la minería ilegal no puede dejar de ser combatida por justificaciones como las altas tasas de informalidad o pobreza.  Necesitamos un marco normativo claro para la minería artesanal y de pequeña escala, que favorezca la formalización y haga frente a esta criminalidad organizada del sector, que ya cuenta con brazos políticos en diferentes instancias del aparato público.

La premiación de proyectos mineros sostenibles y con responsabilidad social (Expomina 2024) se acerca, esperemos que Arequipa tenga más motivos para celebrar, pero también esperemos que estos logros no sesguen problemáticas que aún quedan pendientes por resolver.  

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