Extorsionadores habrían desatado voraz incendio en la avenida Jesús
La Divincri tiene a cargo las principales investigaciones después de la difusión de un video.
Redacción Diario El Pueblo
No es la primera vez que un video con imágenes de los locales de venta de madera en la avenida Jesús se difunde en redes sociales. En una ocasión anterior, un extorsionador se grabó disparando. Ahora, otro criminal, a bordo de un vehículo, habría advertido sobre el voraz incendio que esta madrugada dejó personas heridas y al menos cuatro establecimientos reducidos a cenizas.
“Dale, dale. Graba ahí, graba ahí. Por aquí estamos, por la maderera. Lunes 9 de septiembre. Vacilen, ya que no quisieron atender a nuestras peticiones. Ya van a ver cómo van a amanecer. Atenta Arequipa. C. C. N. G.”, se escucha decir a un extranjero en el video, que descartó la primera hipótesis de la División de Investigación Criminal (Divincri).
Hoy por la mañana, el jefe de la Divincri, coronel PNP Edward Vásquez, informó que hasta ese momento el voraz incendio no guardaba relación con la serie de amenazas que los comerciantes habían enfrentado desde el 6 de mayo último y que luego desaparecieron.
La organización criminal «Los Orientales» les había estado exigiendo 2 mil soles semanales a cambio de brindarles seguridad. Incluso hubo una captura importante vinculada a este caso en junio. Seis presuntos integrantes de la organización fueron detenidos, aunque dos de ellos se salvaron de cumplir prisión preventiva. En particular, Jheiner David Rojas Pallares (21) estaba bajo la lupa del Ministerio Público por sicariato, pero fue puesto en libertad.
Tras la revelación del video, un grupo de detectives del Área de Secuestros y Extorsiones de la Divincri intensificó la investigación para esclarecer las circunstancias del siniestro.
Hay que recordar que el Servicio de Atención Móvil de Urgencia (SAMU) brindó atención a más de 80 personas que presentaban entre quemaduras de segundo grado, hipertensión arterial, deshidratación, estrés postraumático y ansiedad. La enorme cantidad de mercancía reducida a cenizas también hizo llorar a sus propietarios.