Vaticano expulsa a 10 miembros del Sodalicio de Perú por prácticas sectarias

ADEMÁS DE SADISMO, ABUSOS FÍSICOS Y FRAUDE

El Papa Francisco ha tomado la decisión después de una investigación en la que se han desvelado «la gravedad de los abusos denunciados por las víctimas». Entre los depurados está Miguel Salazar, máxima autoridad del Sodalicio en Arequipa y, prorrector de la Universidad San Pablo y máximo representante de otras entidades del SVC.

El Papa Francisco ha tomado la inusual decisión de expulsar a diez personas —un obispo y varios sacerdotes y laicos— de la organización católica Sodalicio de Vida Cristiana (SVC), después de que el Vaticano descubriera una serie de delitos que van desde el sadismo hasta el fraude.

La decisión ha sido anunciada por la Conferencia Episcopal Peruana, en un comunicado donde el Vaticano señala que «para adoptar tal decisión disciplinar se ha considerado el escándalo producido por el número y la gravedad de los abusos denunciados por las víctimas, particularmente contrarios a la vivencia equilibrada y liberadora de los consejos evangélicos en el contexto del apostolado eclesial».

También se agrega que las razones por las cuales son expulsados del Sodalicio se basan en casos de abuso físico, incluso con sadismo y violencia; abuso de conciencia, con métodos sectarios para quebrar la voluntad de los subordinados; abuso espiritual, con instrumentalización en el fuero externo de la información obtenida en el fuero interno no sacramental o dirección espiritual; abuso del cargo y de autoridad, con episodios de hackeo de las comunicaciones y acoso en el lugar de trabajo así como encubrimiento de los delitos cometidos en el seno de esta institución; abuso en la administración de los bienes eclesiásticos y abuso en el ejercicio del apostolado del periodismo (difamación).

En comunicado el papa Francisco lamenta lo ocurrido a las víctimas del SVC y comparte su pesar.

«El papa Francisco junto a los Obispos del Perú y de aquellos lugares en los que está presente el Sodalicio de Vida Cristiana, entristecidos por lo ocurrido, piden perdón a las víctimas y se unen a sus sufrimientos. Asimismo, ruegan a esta Sociedad de Vida Apostólica que inicie un camino de justicia y reparación», finaliza el texto.

Entre los expulsados, se encuentra el antiguo arzobispo de Piura y Tumbes, José Antonio Eguren; el prorrector de la Universidad San Pablo y representante legal, Miguel Salazar Steiger; el ex Superior General, Eduardo Regal; los sacerdotes Daniel Cardó y Rafael Ismodes; los laicos consagrados, Humberto del Castillo; Oscar Tokomura; Ricardo Treneman; Erwin Scheuch y el periodista, exfundador de ACI prensa, Alejandro Bermúdez.

A propósito de la expulsión firmada por el papa Francisco; el excongresista y presidente de la comisión que investigó al Sodalicio, Alberto de Belaúnde dijo al ABC que «estamos ante otro importante paso en el camino hacia la justicia y la reparación de las víctimas. Creo que es particularmente relevante la motivación que se recoge en el documento, pues se señalan de manera expresa los abusos físicos y espirituales, la actitud sectaria, entre otros aspectos gravísimos del caso Sodalicio».

«Es la crónica de una muerte anunciada, pero por capítulos. Cada capítulo da un paso más que resulta novedoso. Creo que este papa ha abierto un camino diferente en las investigaciones eclesiales. La expulsión de José Antonio Eguren es la más importante porque es el pez gordo. No tiene ni diócesis, ni casa eclesial a donde ir. En términos concretos, Eguren es un paria, es un obispo sin iglesia», dijo al ABC, el sociólogo y teólogo, José Luis Pérez Guadalupe. «Espero que esta novela de terror acabe con la disolución total del Sodalicio», finalizó.

La exfundadora de las Fraternas (órgano femenino del Sodalicio) y superviviente de la organización, Rocío Figueroa dijo al ABC que «habíamos perdido toda esperanza de justicia en esta vida. Nos sentíamos que aquellos que debían habernos defendido se quedaban con los brazos cruzados. Solos. Hoy es un día de luz para las víctimas después de años de oscuridad e impunidad». (Tomado de ABC)

Miguel Salazar, máxima autoridad del Sodalicio en Arequipa.

EL FUNDADOR

El fundador del Sodalicio de Vida Cristiana, Luis Fernando Figari, apostó por crear una organización que fuera una respuesta a la teología de la liberación, de izquierdas, y esa decisión lo convirtió en una de las organizaciones protegidas y mimadas por los pontífices Juan Pablo II y Benedicto XVI.

La cercanía y favoritismo del fundador del Sodalicio, Luis Fernando Figari con el Vaticano acabó el pasado 14 de agosto, cuando el papa Francisco firmó de puño y letra el edicto de expulsión por graves faltas aconsejado por la misión de investigadores que envió a Perú, Charles Scicluna y el catalán Jordi Bertomeu.

La misión visitó Perú hace 12 meses y desde que dejó el país iniciaron una cadena de acciones que empezó con el cambio de responsabilidades del obispo español, José Rodríguez Carballo como secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica (2013-2023); de quien dependía el Sodalicio en el Vaticano y que era en la práctica un acérrimo defensor de la organización a pesar de las denuncias en su contra. Como parte de ese trabajo, el ‘sodálite’ José Antonio Eguren renunció en abril pasado al arzobispado de Piura y Tumbes, donde fue nombrado por el Papa Benedicto XVI en el 2006.

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